Boyd vestirá de verde en la MLS

Viernes 2 de marzo de 2012.– A su llegada al aeropuerto de Oregón, Kris Boyd se encontró con el caluroso recibimiento de un grupo de hinchas. Uno de ellos le puso en el cuello una bufanda del club, el Portland Timbers. El escocés se mostró visiblemente incómodo con esos colores, y así se reflejó en una fotografía: para uno de los mejores delanteros de la historia del Glasgow Rangers, que siempre ha tenido el azul como enseña, el verde y el blanco son tabú, al identificarse con su acérrimo adversario de la ciudad, el Celtic.
“Al principio, cuando me pusieron esa bufanda verde, me resultó un poco extraño”, explica riéndose a FIFA.com Boyd, autor de 101 goles en 143 partidos con el Rangers entre 2006 y 2010. “O se es azul o se es verdiblanco. Pero ahora yo soy verde del Portland, y punto”.
Si bien puede que el cambio de colores le resultase incómodo, el clima lluvioso de la costa noroeste del Pacífico estadounidense la recuerda de inmediato a las tierras altas de Escocia, de donde es oriundo. “Llovía a cántaros cuando subí al avión en Glasgow, y cuando aterrizamos en Portland aún no había escampado”, bromeó tras el trayecto, de casi 10.000 kilómetros.
Boyd es un número 9 de garantías, a la vieja usanza, que ha disputado 18 partidos con la selección escocesa. Llega a Portland con el objetivo de reactivar su carrera, estancada después de dos etapas desafortunadas, primero en el Middlesbrough inglés y luego en el Eskişehirspor turco. “En los últimos seis meses no he jugado mucho, y estoy deseando volver a las canchas”, señala quien ha sido uno de los artilleros más temidos de las islas Británicas: los 164 tantos que anotó en las filas del Rangers y del club de su ciudad natal, el Kilmarnock, lo convierten en el máximo realizador de la historia de la Premier League escocesa, por delante incluso del legendario Henrik Larsson, del Celtic.
Boyd pretende dar un nuevo impulso a su carrera, y su nuevo club también necesita un estímulo. El Portland Timbers se dispone a participar en su segunda temporada en la Major League Soccer, la máxima categoría del fútbol estadounidense, y quiere goles. Su técnico, John Spencer, también ex internacional escocés y ex jugador del Glasgow Rangers, se fijó como prioridad fichar a Boyd en cuanto supo que su compatriota, de 28 años, estaba en el mercado. “Ha venido con un único propósito: marcar goles”, afirma Spencer.
A Boyd no le asusta el reto. “Esta es la presión que necesita un delantero”, explica el ariete, que pasa a ser el principal recurso ofensivo de un equipo que acabó en el antepenúltimo puesto de la tabla goleadora la última campaña, y se quedó fuera de las eliminatorias por el título. “Yo quiero marcar siempre, ya estoy acostumbrado a esto”.

Una pasión recíproca

A las pocas horas de bajar del avión que lo trajo desde Glasgow y de tramitar su permiso de trabajo, Boyd ya estaba trabajando duro para impresionar a los aficionados de Portland —de los más entusiastas y pintorescos de la MLS. “Los hinchas de aquí son asombrosos”, apunta el escocés, quien ha participado en numerosos clásicos entre el Rangers y el Celtic —el Old Firm—, uno de los duelos más apasionados y encendidos de todo el globo.
“Hacen mucho ruido. Estoy seguro de que así seguirán cuando empiece la temporada”, añade en referencia al público, que, pese a los resultados decepcionantes del último ejercicio, registró una media de asistencia de casi 19.000 espectadores por partido en el Jeld-Wen Field, la sexta mejor de la liga, compuesta por 18 equipos.
“En Escocia no todo es Celtic y Rangers, tampoco”, dice. “Algunos clubes tienen estadios más pequeños, pero lo que cuenta es la pasión. Es evidente que los hinchas de Portland son apasionados. Nos darán ánimo, y nosotros nos entregaremos al máximo para devolvérselo en forma de goles y buenos resultados”.
Boyd ha estado sometiéndose a sesiones de entrenamiento suplementarias, además de trabajar con un preparador físico, para afrontar con garantías el estreno del Timbers el próximo 12 de marzo, contra el Union de Filadelfia. “Esta es la liga en la que quiero jugar”, confiesa el futbolista, quien se planteó fichar por el Dynamo de Houston antes de que Spencer lo convenciese. “Si nos fijamos en la calidad, ha ido incrementándose en los últimos años. Ahora juegan aquí hombres como David Beckham, Thierry Henry y Robbie Keane”.
“Para mí supone la ocasión de empezar de nuevo”, concluye. Y si recupera la puntería que lo caracterizaba vestido de azul, podría convertirse también en un ídolo verdiblanco.

*Con información de la FIFA

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