Martes 24 de abril de 2012.– De delantero promesa a líder de la defensa: Kevin McKenna debutó con la selección canadiense a los 20 años en mayo de 2000, con motivo de un amistoso contra Trinidad y Tobago. Doce años más tarde, el zaguero sigue defendiendo la camiseta de los Canucks, ahora como capitán.
Desde el primero de sus 56 partidos como internacional, el ex ariete ha experimentado una transformación sorprendente. Sin embargo, McKenna sigue persiguiendo el mismo sueño: jugar una Copa Mundial de la FIFA.
“Es mi última oportunidad de disputar un Mundial. Estamos en medio de la fase de clasificación y tenemos partidos difíciles por delante. Por eso, cada partido es muy importante para mí y para el resto de veteranos del equipo. El Mundial era mi objetivo cuando era pequeño y lo sigue siendo en la actualidad”, aseveró con mirada firme en esta entrevista en exclusiva para FIFA.com.
A partir de mediados de junio, en el Grupo C de la competición preliminar de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe, Canadá se cruzará con Cuba, Panamá y Honduras, tres rivales muy incómodos, como bien sabe el capitán canadiense.
“Son equipos fuertes a los que debemos ganar si queremos estar en el Mundial. En los últimos años nos ha faltado confianza. Además, no éramos un bloque sólido. En cualquier caso, eso ha cambiado, así que confío en llegar lejos”, asegura optimista McKenna.
El internacional, de 32 años, es consciente de que le corresponde un papel importante como veterano del combinado canadiense en el camino hacia Brasil 2014: “Para mí significa mucho capitanear a mi selección. Siempre he sido un líder y estoy orgulloso de llevar el brazalete. Ahora, junto con otros jugadores, debo asumir más responsabilidad”.
McKenna acepta la presión y subraya la importancia de la que es su tercera competición preliminar mundialista. “Creo que, en cualquier caso, la presión existe, porque si no nos clasificamos para la cita brasileña no tendría problema en dar un paso a un lado. Fracasar en esta empresa me dolería mucho”, aseguró con rotundidad.
26 años de ausencia mundialista
La última participación de Canadá en una Copa Mundial de la FIFA se remonta a 1986. McKenna tenía seis años por aquel entonces, pero todavía recuerda la eliminación de Les Rouges en la primera fase de la cita mexicana. Desde entonces, el combinado canadiense solo ha podido brillar en competiciones continentales. En la Copa Oro de la CONCACAF 2000, los norteamericanos se alzaron con el título, mientras que dos años más tarde fueron terceros y en 2007 alcanzaron las semifinales. Sin embargo, en la última edición del certamen continental, la primera gran cita de McKenna como capitán, en junio de 2011, la selección de la hoja de arce no pasó de la primera ronda.
Las razones de la falta de éxito en las fases de clasificación de la Copa Mundial de la FIFA, así como el rendimiento irregular en otras competiciones, son rápidamente identificables. “Creo que a Canadá le faltaba madurar. Había un estancamiento que ahora se ha superado. Los tres equipos que compiten en la MLS [el FC Toronto, el Vancouver Whitecaps y el Montreal Impact] tienen parte de culpa en esta evolución, lo cual es importante. Además, el seleccionador Stephen Hart ejerce mucha presión sobre las partes implicadas y exige su apoyo”, explicó McKenna, que valora mucho al técnico trinitense, de 52 años.
“Anteriormente fue ayudante técnico de la selección, por lo que conocía bien el equipo y contaba con el respeto de todos. Es un gran entrenador que sabe mucho de fútbol. Esperamos poder retribuirle todo el tiempo que dedica a su trabajo y que ha invertido en nosotros”, asegura el simpático futbolista del Colonia alemán.
En cualquier caso, McKenna y Hart no garantizan por sí solos que Canadá vaya a clasificarse para una Copa Mundial de la FIFA por primera vez tras 26 años. Más bien, el combinado canadiense, que en la segunda ronda de la fase de clasificación superó a Puerto Rico, San Cristóbal y Nieves, y Santa Lucía, depende de su solidaridad como equipo. “Para estar en el Mundial debemos ser compactos y actuar como un bloque”, responde el zaguero cuando se le pregunta sobre la clave del éxito.
McKenna no dejará nada al azar en su última oportunidad para hacer realidad su sueño.
*Con información de la FIFA
Desde el primero de sus 56 partidos como internacional, el ex ariete ha experimentado una transformación sorprendente. Sin embargo, McKenna sigue persiguiendo el mismo sueño: jugar una Copa Mundial de la FIFA.
“Es mi última oportunidad de disputar un Mundial. Estamos en medio de la fase de clasificación y tenemos partidos difíciles por delante. Por eso, cada partido es muy importante para mí y para el resto de veteranos del equipo. El Mundial era mi objetivo cuando era pequeño y lo sigue siendo en la actualidad”, aseveró con mirada firme en esta entrevista en exclusiva para FIFA.com.
A partir de mediados de junio, en el Grupo C de la competición preliminar de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe, Canadá se cruzará con Cuba, Panamá y Honduras, tres rivales muy incómodos, como bien sabe el capitán canadiense.
“Son equipos fuertes a los que debemos ganar si queremos estar en el Mundial. En los últimos años nos ha faltado confianza. Además, no éramos un bloque sólido. En cualquier caso, eso ha cambiado, así que confío en llegar lejos”, asegura optimista McKenna.
El internacional, de 32 años, es consciente de que le corresponde un papel importante como veterano del combinado canadiense en el camino hacia Brasil 2014: “Para mí significa mucho capitanear a mi selección. Siempre he sido un líder y estoy orgulloso de llevar el brazalete. Ahora, junto con otros jugadores, debo asumir más responsabilidad”.
McKenna acepta la presión y subraya la importancia de la que es su tercera competición preliminar mundialista. “Creo que, en cualquier caso, la presión existe, porque si no nos clasificamos para la cita brasileña no tendría problema en dar un paso a un lado. Fracasar en esta empresa me dolería mucho”, aseguró con rotundidad.
26 años de ausencia mundialista
La última participación de Canadá en una Copa Mundial de la FIFA se remonta a 1986. McKenna tenía seis años por aquel entonces, pero todavía recuerda la eliminación de Les Rouges en la primera fase de la cita mexicana. Desde entonces, el combinado canadiense solo ha podido brillar en competiciones continentales. En la Copa Oro de la CONCACAF 2000, los norteamericanos se alzaron con el título, mientras que dos años más tarde fueron terceros y en 2007 alcanzaron las semifinales. Sin embargo, en la última edición del certamen continental, la primera gran cita de McKenna como capitán, en junio de 2011, la selección de la hoja de arce no pasó de la primera ronda.
Las razones de la falta de éxito en las fases de clasificación de la Copa Mundial de la FIFA, así como el rendimiento irregular en otras competiciones, son rápidamente identificables. “Creo que a Canadá le faltaba madurar. Había un estancamiento que ahora se ha superado. Los tres equipos que compiten en la MLS [el FC Toronto, el Vancouver Whitecaps y el Montreal Impact] tienen parte de culpa en esta evolución, lo cual es importante. Además, el seleccionador Stephen Hart ejerce mucha presión sobre las partes implicadas y exige su apoyo”, explicó McKenna, que valora mucho al técnico trinitense, de 52 años.
“Anteriormente fue ayudante técnico de la selección, por lo que conocía bien el equipo y contaba con el respeto de todos. Es un gran entrenador que sabe mucho de fútbol. Esperamos poder retribuirle todo el tiempo que dedica a su trabajo y que ha invertido en nosotros”, asegura el simpático futbolista del Colonia alemán.
En cualquier caso, McKenna y Hart no garantizan por sí solos que Canadá vaya a clasificarse para una Copa Mundial de la FIFA por primera vez tras 26 años. Más bien, el combinado canadiense, que en la segunda ronda de la fase de clasificación superó a Puerto Rico, San Cristóbal y Nieves, y Santa Lucía, depende de su solidaridad como equipo. “Para estar en el Mundial debemos ser compactos y actuar como un bloque”, responde el zaguero cuando se le pregunta sobre la clave del éxito.
McKenna no dejará nada al azar en su última oportunidad para hacer realidad su sueño.
*Con información de la FIFA
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