Jueves 21 de junio de 2012.– Una de las visitas obligadas en el Distrito Federal, para cualquier equipo de fútbol, sin importar la categoría y la competencia por la que se encuentren en nuestra ciudad, es la del Estadio Azteca, la casa de la Selección Nacional.
El día de hoy, que no se disputaron encuentros en la Copa México de Naciones 2012, las selecciones de España, de Chile y algunos miembros de la delegación de Costa Rica, visitaron el Coloso de Santa Úrsula, para conocer un poco del inmueble más importante del balompié nacional.
Las caras de asombro desde el primer instante que los jóvenes futbolistas estuvieron en el Azteca no se hicieron esperar. Las sonrisas, el buen ambiente y la camaradería, reinaron en todo momento desde que los camiones hicieron su arribo por Calzada de Tlalpan. Sabían y estaban conscientes de lo que vivirían.
El recorrido comenzó desde el túnel 1, en donde conocieron un poco de la historia del inmueble; siguió con la fotografía de la Selección Nacional Sub-17 Campeona del Mundo y continuó por los demás túneles, como el 4 y 8, que han sido renombrados como homenaje a las estrellas del Club América, conjunto que milita como local ahí.
Ya en el túnel maratón las fotos fueron una constante. En los vestidores, otra parada obligada, fue donde los muchachos supieron como era esta gran mole de cemento en sus entrañas, ese espacio que muy pocos conocen y son menos los que han tenido el privilegio de utilizarlos antes de un encuentro.
El momento más emotivo de la mañana fue cuando se encontraron sobre el terreno de juego, campo de cientos de batallas y en donde se han consagrado un trío de campeones del mundo, el último México, en la categoría Sub 17. Aquel en donde no hace mucho estuvo el actual Campeón Mundial de mayores, España, y en donde un chileno, Carlos Reinoso, hizo las delicias, hace ya algunas décadas, de miles de americanistas.
Las ansias recorrían los cuerpos de estos jóvenes futbolistas, que se quedaron con las ganas de pisar el terreno de juego, algo que dejaron para mejor ocasión, ya que en estos momentos resultó imposible.
La visita culminó en la tienda del América en el Estadio Azteca, quedando pendiente la asignatura de regresar, unos años más tarde, al Coloso de Santa Úrsula para conquistarlo.
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