Santos es finalista del Clausura 2012

Domingo 13 de mayo de 2012.– Con un cierre dramático en la grama del Estadio TSM Corona, los Guerreros del Santos Laguna y los Tigres de la UANL empataron a dos goles en la Vuelta de las Semifinales del Torneo de Clausura 2012. El marcador global quedó igualado a 3 tantos y los laguneros avanzaron a la Gran Final.
Héctor Mancilla fue el autor de las dos anotaciones de los Tigres a los 5’ y 26’. Por los locales, Oribe Peralta fue quien se hizo presente en dos oportunidades, a los 86’ y 89’.
Con este resultado, Tigres, el actual Campeón, queda eliminado del Clausura 2012, mientras que los Guerreros se medirán con los Rayados del Monterrey el próximo jueves y domingo por el título de la justa.

El Partido

El TSM Corona lucía pletórico al inicio del cotejo, la afición santista sabía que era el momento de revancha, tendrían todo a su favor y buscarían regresar a una final del balompié mexicano, instancia a la que han llegado continuamente y no han podido ceñirse la corona.
Pero el Campeón no se intimida, se sabe fuerte, poderoso, implacable, algo que demostraría a los 5 minutos de haber iniciado el cotejo. Carlos Salcido tomó la esférica por el costado derecho del terreno de juego, levantó la cara y observo el movimiento de Héctor Mancilla, que se elevó en el área y prendió testarazo imposible para Oswaldo Sánchez. Era el primer tanto de los Tigres.
Los Guerreros sintieron el primer golpe del partido, las cosas se les complicaban e inmediatamente se fueron al frente en la búsqueda del empate. Los disparos sobre el marco de Palos eran constantes, sin embargo, los felinos se aplicaban y se paraban bien sobre el terreno de juego. El partido se ponía emocionante.
Tigres daba el segundo zarpazo a los 26’. El centro delantero andino de los felinos regresó con la pólvora seca y más certero que nunca. Manuel Viniegra le cedió el balón a Héctor Mancilla en los límites del área lagunera, entró a ella y se quitó a Baloy con un gran recorte, mandando de derecha a guardar la de gajos por segunda vez en la noche. El panorama se le obscurecía a los locales.
Los albiverdes lucían descontrolados, no lograban poner en aprietos a los de San Nicolás de los Garza, cada vez eran menos sus arribos al área de Palos y solamente Oribe Peralta hizo que el cancerbero se empleara a fondo a los 40’ para quedarse con el balón. No se veía por donde podía llegar la reacción de La Tribu.
Los primeros 45 minutos se extinguieron con los Guerreros buscando descontar, volcados al frente con Daniel Ludueña, Suárez, Peralta y Quintero, pero sin conseguir resultados positivos. Por su parte, Tigres no cesaba en intentar ampliar el tanteador por medio del contragolpe y en cada arribo ponían en aprietos a la zaga coahuilense.
Santos salió con todo en el complemento, tratando de conseguir la anotación que los regresara a la serie, algo que Oswaldo Sánchez entendía bien y se aplicaba para evitar el tercer gol de los felinos, al realizar una gran desviada con un buen lance y mandar la de gajos a tiro de esquina. Esto apenas a los 47’.
Los laguneros tenían la posesión de la pelota, la llevaban hasta territorio enemigo sin que nadie le hiciera sombra, el problema era al momento del último toque, los delanteros no eran precisos y el tiempo transcurría en el TSM Corona. Tigres, a su vez, cada que tomaba el balón salía en contragolpe, algo que se sentía llegaría de un momento a otro.
Tigres y Lucas Lobos tendrían la más clara del cotejo a los 67’ y la fallaría, dándole vida a La Tribu. El mediocampista argentino, frente al marco local y sin marca, terminó estrellando en el poste izquierdo la pelota, después de que Damián Álvarez le puso un estupendo servicio.
Santos no dejaba de intentarlo y de no ser por un estupendo lance de Enrique Palos a los 77’, desviando un escopetazo de Ludueña, el primer gol lagunero hubiera caído en el Territorio Santos Modelo.
Cuando parecía que Enrique Palos sacaría todo, Oribe Peralta prendió testarazo en el área felina que el cancerbero universitario no pudo desviar a tiro de esquina, entrando la de gajos pegada al poste izquierdo.
Pero bien dicen en La Comarca que Un Guerrero Nunca Muere, algo que demostrarían a los 89’. Oribe Peralta, ariete que pasa por un excelente momento, recibió la esférica en el área amarilla, levantó la cara y metió zurdazo que pasó por un lado de Enrique Palos y terminó cimbrando nuevamente las redes amarillas.
El milagro en Torreón se había consumado.

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