El campeón mundial llega a Polonia

Martes 5 de junio de 2012.– España llegó a su concentración de la Eurocopa-2012 en Gniewino, un pueblo cercano a la ciudad polaca de Gdansk, con la esperanza que le traiga tanta suerte como Neustift y Pochefstroom, donde estuvo en la Eurocopa-2008 y la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010.
En Gniewimo, un pueblo de menos de 2.000 habitantes, se decidió por un complejo hotelero en el que los campos de entrenamiento a los que los jugadores pueden acudir a pie a los entrenamientos, al estar dentro del recinto.
En Neustift, en las montañas austríacas, y en Pochefstroom, a unos 100 km de Johannesburgo, las instalaciones deportivas estaban cercanas, pero no tanto como en Gniewino.
Curiosamente Gniewino se podría traducir de una forma libre en "Pueblo de la Furia", ya que 'Gniew' quiere decir furia en polaco, mientras que 'ino' es la terminación que se utiliza en Polonia para muchas comunidades.
Furia era el apodo que tenía antes la selección española cuando primaba el esfuerzo sobre el juego técnico que ha impuesto en la última década el equipo en la última década, con su 'tiqui-taca', juego rápido y de toque, por lo que ahora se la conoce como la Roja.
"No se sabe muy bien de dónde viene el nombre ese de Furia, aunque puede tener también un significado más bien negativo, como rabia", afirma Kasia Koslowska, una estudiante de Gdansk, que trabaja estos días como voluntaria en Gniewino, y que habla español con soltura, tras un año de estudios en Tarragona.
"La gente está contenta de que venga España. Hay banderas por todos los sitios y es bueno para la zona que venga un equipo tan importante", añade Kasia.

Cálida recepción

La selección española, tras llegar a Gniewino tuvo una recepción de bienvenida, a las 20h40 hora local, en un acto que tuvo al delantero Fernando Llorente como protagonista.
El alcalde de Gniewino, Zbigniew Walczak, siguiendo la tradición polaca, recibió a sus huéspedes con pan y sal, costumbre que perdura en ambientes rurales. Con esta actitud hospitalaria las barreras lingüísticas desaparecen y la cordialidad de los gestos sustituye a la conversación.
Una niña acercó el pan a los jugadores, entregándoselo al delantero del Athletic Bilbao, Fernando Llorente, entre las bromas de sus compañeros, mientras el atacante ponía cara de sorpresa.
La población se encentra cerca de un lago y a 23 km del mar Báltico, la región más turística de Polonia, con ciudades cercanas como Sopot, que equivaldría, salvando las distancias, a Marbella en España o Saint-Tropez en Francia.
"La gente está contenta y yo particularmente los estoy", afirma Elzwieta Malec, una mujer de 46 años, que trabaja en el Centro Deportivo de Gniewino, y que siente cariño por España.
"Una de mis hijas trabaja como camarera en el Hotel Mistral, donde está alojada España, y otra estuvo seis meses en Sevilla aprendiendo cocina y vino encantada", añade la mujer.
"España, Alemania y Holanda parecen las favoritas. Yo quiero, lógicamente, que gane Polonia. ¿Una final España-Polonia? No estaría mal", señala.
Gniewino se encuentra cerca de Gdansk, una ciudad de más de 500.000 habitantes, donde disputará sus tres partidos de la primera fase, ante Italia, Croacia e Irlanda, dentro del Grupo C.

*Con información de la FIFA

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