Domingo 22 de julio de 2012.– Las 16 anteriores ediciones de la cita olímpica contaron con la participación de un total de diez países árabes, cuyo mejor resultado fue la cuarta plaza, obtenida por Egipto en 1928 y 1964 e Irak en 2004.
Londres 2012 contará con tres representantes que enarbolarán la bandera del fútbol árabe: Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Marruecos aspiran a dejar huella.
A pocos días del inicio de la prueba de este año, FIFA.com repasa el impacto del mundo árabe en el fútbol olímpico, y analiza las opciones de sus representantes en Londres 2012.
Una larga historia
La primera vez que una selección árabe acudió a un Torneo Olímpico de Fútbol Masculino fue en 1920, con una breve aparición de Egipto, eliminado tras perder por 2-1 ante Italia en su único partido.
Durante aquella época, el combinado egipcio era el único de la región en condiciones de competir al más alto nivel, y en 1928 obtuvo su mejor resultado histórico, al imponerse a Turquía y Portugal en la primera y la segunda ronda, respectivamente, y plantarse en semifinales. No obstante, fue incapaz de auparse al podio, ya que registró una abultada derrota a manos de Argentina y posteriormente cayó frente a Italia en el choque por el bronce.
La clasificación de más de un equipo árabe para los Juegos Olímpicos no se produciría hasta 1960, cuando Túnez acompañó a Egipto en Roma. Cuatro años más tarde, en Tokio, fue el turno de Marruecos, mientras que los siempre solventes egipcios realizaron un magnífico papel, al superar la fase de grupos por delante de Brasil, gracias a su mejor diferencia de goles, antes de vencer 5-1 a Ghana en cuartos.
El revés sufrido ante Hungría, futura campeona, en semifinales, los emparejó en el encuentro por el tercer puesto con Alemania Oriental, a la que debían batir para mejorar lo logrado en 1928 y colgarse el bronce. Pero su sueño se desvaneció al perder por 3-1. Pese a todo, fue un resultado digno contra un rival potente, y el delantero Ibrahim Riad acabó segundo en la tabla de anotadores, detrás del húngaro Ferenc Bene.
Después de estar ausentes en la edición de Ciudad de México, las naciones árabes regresaron en Múnich 1972, representadas por Sudán y Marruecos. En Moscú 1980 participaron cuatro, todas ellas debutantes: Argelia, Irak, Kuwait y Siria.
El fútbol árabe se hallaba en plena progresión, y en Los Ángeles 1984 esa cifra aumentó a cinco: además de los ya veteranos olímpicos Egipto, Marruecos e Irak, llegaron los neófitos del golfo Pérsico: Qatar y Arabia Saudí. Pero la cantidad no siempre implica calidad, y de todos ellos tan solo Egipto pudo superar la primera ronda, antes de ser eliminado por Francia en cuartos (2-0).
Aquel puesto en cuartos de final de Egipto sería la mejor actuación de un conjunto árabe en la cita olímpica desde entonces hasta Atenas 2004. En Grecia, un valeroso plantel iraquí accedió a las semifinales, y terminó cuarto.
Después de adjudicarse una liguilla en la que figuraban Costa Rica, Marruecos y el Portugal de Cristiano Ronaldo, los pupilos de Adnan Hamad ganaron a Australia, antes de sucumbir frente a Paraguay e Italia —en semifinales y el partido por el bronce, respectivamente—, en una campaña encomiable.
Esperanzas y sueños
Tras la ausencia en Pekín 2008, Londres 2012 representa para el fútbol árabe una oportunidad inmejorable de alcanzar la gloria. Egipto y Marruecos quieren igualar o mejorar sus anteriores desempeños, en tanto que Emiratos Árabes Unidos pretende causar buena impresión en su debut.
Les aguarda un reto considerable. EAU está englobado en el mismo grupo que la anfitriona, Gran Bretaña, además de Senegal y Uruguay. A Egipto le esperan nada menos que Brasil, Bielorrusia y Nueva Zelanda, y Marruecos debe medirse con oponentes de la talla de Japón, Honduras y la imparable España.
“No será fácil para nosotros”, explica a FIFA.com el capitán de EAU, Hamdan al Kamali. “Pero estamos contentos porque vamos a jugar en algunos de los estadios europeos más prestigiosos, como Wembley y Old Trafford. Espero que seamos capaces de mostrar al mundo entero los progresos efectuados por el fútbol emiratounidense”.
“Nuestro principal objetivo es salir vivos del grupo”, añade Al Kamali, esforzándose en contemplar de manera objetiva sus posibilidades. “Si lo logramos, las cosas serán más fáciles, porque entonces estaremos a tan solo un partido de las semifinales. Espero llegar hasta ahí arriba”.
Los egipcios, por su parte, confían en poder desquitarse en Londres 2012 de las decepciones de los dos últimos años. “Iremos a los Juegos Olímpicos tras 20 años de ausencia”, afirma su seleccionador, Hany Ramzy, que deberá ayudar a sus hombres a sobrellevar el peso de las expectativas.
“Pero, aun así, todos esperan mucho de nosotros, al menos que traigamos una medalla, y la presión se ha incrementado a raíz de la eliminación de la fase previa de la Copa Africana de Naciones”, agrega. “Nuestros seguidores han depositado sus esperanzas en la cita olímpica, ojalá podamos estar a la altura”.
En el cuadro marroquí, la moral está alta, y su experimentado técnico, el holandés Pim Verbeek, ya avanza que su prioridad es situarse en cuartos. “Ganar el primer partido es la clave para superar la liguilla”, indica, con una clara determinación. “Espero que alcancemos nuestra meta y que los hinchas nos respalden, para poder conseguir buenos resultados y mostrar al mundo el nivel del fútbol marroquí”.
*Con información de la FIFA
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