EL UNIVERSAL, sábado 7 de enero de 2012.– El campeón Tigres dio muestras de que el escaso tiempo que tuvo para prepararse no le afectó y este sábado mantuvo un gran nivel futbolístico, aunque apenas le alcanzó para empatar 1-1 en su visita a Cruz Azul, en la fecha uno del Torneo Clausura 2012.
En un juego que dominó casi en su totalidad y en el que tuvo que venir de atrás, pues el argentino Christian "Chaco" Giménez adelantó a La Máquina con un golazo de tiro libre en el minuto siete, el argentino Lucas Lobos consiguió el tanto de los "felinos" al 71.
La diferencia para que los cementeros alargaran a ocho los partidos sin perder contra los universitarios en el estadio Azul la hizo el guardameta Jesús Corona con sus atajadas, aunque también se salvó de dos remates a los postes de Lobos y el chileno Héctor Mancilla.
Cruz Azul y Universidad Autónoma de Nuevo León sumaron así su primera unidad del Clausura 2012, en un encuentro donde los debutantes refuerzos Omar Bravo y Elías Hernández tuvieron actuaciones opuestas, siendo el jugador de los visitantes una pesadilla para los celestes.
La Máquina comenzó de manera positiva con un gol tempranero, obra del argentino "Chaco" Gimenez tras una falta del defensa central brasileño Andrés Vendrechovski Junior "Juninho" afuera del área, que "Chaco" aprovechó para pegar en el ángulo izquierdo, imposible para Enrique Palos en el minuto siete.
Cruz Azul se tomó con calma el partido, mientras el campeón Tigres, al que sí le hicieron el "pasillo", reaccionó y empezó a fabricar algunas llegadas, sobre todo con disparos de media distancia en la portería sur, donde miles de seguidores que los acompañaron esperaban que llegara pronto el empate.
Los felinos pudieron conseguir la igualada en cuatro oportunidades que tuvieron muy claras en el primer tiempo, dos de ellas balones a los postes.
Una primera aproximación de los universitarios fue un tiro libre que Lobos estrelló en el travesaño, al que el arquero Corona no llegaba, en el minuto 20, mientras en el 42 el chileno Mancilla reventó en horizontal a pase de Elías Hernández.
Cuando agonizaba el primer lapso, el andino remató raso cuando estaba solo en el área de meta frente a la portería, para que por milagro "La Máquina" siguiera adelante en el marcador.
El segundo tiempo fue una copia del primero, con una escuadra monarca que dominó gracias a que apretó a los celestes en su salida y se cuidó mucho del robo de balón y con ello fabricó sus llegadas de peligro.
El cuadro local tuvo esporádicas llegadas sobre el marco defendido por Enrique Palos, aunque al minuto 68, la afición celeste reclamó un gol anulado al argentino Emanuel Villa, quien había empujado a su marcador y el gol estuvo bien anulado.
La presión de Tigres rindió resultados poco después, al 71, cuando, en una gran jugada colectiva, Lobos mandó por fin el esférico al fondo de la meta celeste.
La jugada fue iniciada por Torres Nilo, quien escapó por la izquierda y puso servicio para Pulido a segundo poste, éste pudo rematar a gol pero prefirió recentrar para Lobos, quien frente al arco sólo tuvo que empujar.
Enrique Meza decidió poco después sacar al refuerzo Omar Bravo, quien después de haber sido recibido con aplausos se fue entre abucheos al 82, sustituido por el canterano Javier "Chuletita" Orozco.
Tigres quiso cortar a toda costa la racha sin victoria en el estadio Azul, desde aquel 1-0 de los cuartos de final de ida del Apertura 2003, cuando Walter Gaytán marcó el gol del triunfo y que a la postre les ayudó a llegar hasta la final al eliminar a Toluca en semifinales.
El refuerzo Elías Hernández, quien se mostró de gran manera contra Cruz Azul, pues con Morelia le marcó varios goles, hizo olvidar pronto al brasileño Danilinho con sus llegadas por banda derecha.
A los 81, Hernández entró al área y sacó un disparo que rechazó Corona, el balón cayó al canterano Pulido, cuyo remate fue otra vez rechazado por el "cancerbero", el esférico cayó para el argentino Damián Álvarez cuyo contrarremate fue ahora salvado por "Cata" Domínguez.
Corona tuvo una intervención más para evitar que Lobos lo venciera en el 86 con tiro cruzado, mientras Hernández superó otra vez a Adrián Cortés por la derecha, sólo que su intento cruzado salió a centímetros de la base del poste.
Al silbatazo final, la afición reprobó con silbidos la actuación de los celestes, aunque la barra la "Sangre Azul" lo despidió con aplausos cuando el grupo se acercó a la portería y les agradeció el apoyo.
La misma conducta tuvieron los jugadores de Tigres con los menos aficionados que acudieron en esta tarde-noche al estadio Azul, en un partido que tuvo una gran entrada.
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