Dos foráneos en el país de los tulipanes

Miércoles 29 de febrero de 2012.– El uno, Dries Mertens, remata. El otro, Rasmus Elm, retransmite. El uno es belga, el otro sueco. Los dos están eclosionando en su tercera temporada en la división de honor holandesa, cuyo liderato se disputan.
Ellos no se conocen y no juegan en el mismo puesto. Pero las similitudes entre el goleador del PSV Eindhoven (24 años) y el volante de enlace del AZ Alkmaar (23 años) excitan la curiosidad. En su primera campaña en el estadio Philips tras dos años de maduración en el FC Utrecht, Mertens está recitando su papel con maestría. "Mi progresión ha sido lineal desde mi llegada a Utrecht en verano de 2009", indica a FIFA.com el delantero de bolsillo belga de 1,64 metros. "En el PSV, he podido desarrollar mi juego al lado de grandes jugadores. Aquí aprendo una barbaridad, tanto en los partidos como en los entrenamientos".
El sueco del Alkmaar también ha esperado a su tercer año en la élite holandesa para dar la medida plena de un talento que en su familia es casi genético. David, el mayor de sus dos hermanos, ha regresado a su país para incorporarse al Elfsborg, tras dos años en el Fulham inglés, mientras que Viktor, el segundo, sigue los pasos del benjamín en la primera categoría de los Países Bajos con la camiseta del Heerenveen. "Nuestro padre no llegó a jugar a un nivel muy alto. Pero los tres hermanos hemos pillado pronto el virus", comenta Rasmus, autor de nueve goles para el segundo clasificado de la Eredivisie. "Mi primer año me sirvió para integrarme, puesto que llegaba a otro país. Si en el estilo de vida hay semejanzas entre las dos naciones, en el de fútbol no hay apenas ninguna. Mi segundo año lo pasé como pude entre lesiones y enfermedades. Esta temporada es la primera en la que me siento bien físicamente y en la que puedo emplearme a fondo. Ésa es la diferencia, por supuesto".

Desde atrás y a ras de suelo

El sueco forma parte del entramado titular del AZ, que en la clasificación general va segundo, a dos puntos del PSV. "El equipo funciona y yo ejerzo un papel bien definido. Tengo muchas responsabilidades en el juego ofensivo, porque nos gusta salir con el balón jugado. La pareja de centrales es muy buena y genera confianza. Sé que me pasarán la pelota limpiamente", analiza Elm, que aprendió sus escalas en el Kalmar para a los 21 años emigrar a los Países Bajos.
Mertens, por su parte, tenía 19 cuando cambió la planicie de su país por la del vecino. "Aquí se juega un fútbol más técnico y más raso. En Bélgica, en mi puesto, yo tenía que jugar con la cabeza levantada porque todos los balones llegaban por alto", recuerda el oriundo de Lovaina, descartado en el Anderlecht, su club nodriza, por su escasa estatura. Su divorcio de Bélgica se consumó cuando el Gante lo cedió a un equipo de la tercera división. Entonces decidió marcharse a Holanda, concretamente al Apeldoorn. Allí pasó un año en segunda división antes de enseñar su puntería (27 goles entre 2007 y 2009).
Reclutado por el PSV a mediados del año pasado, Mertens no tardó en hacer saltar los marcadores. Encontró la red 11 veces en 7 partidos y los seguidores ya lo imaginan despojando a la leyenda Coen Dillen de su récord de 43 goles en 1956/57. Desde septiembre su promedio ha bajado, pero no su moral. "Jugar con futbolistas de calidad que se entienden bien no sólo es agradable sino que hace las cosas más fáciles. Hay más presión en el PSV, eso ya lo sabía, pero es una experiencia fantástica. Es una nueva etapa en mi carrera. Soy mejor jugador desde que estoy aquí".

El extrovertido y el introvertido

Más al norte, Rasmus Elm también encuentra la felicidad en el campo. "Yo me lo paso en grande en este equipo. Todo el mundo mira en la misma dirección, conocemos nuestros puntos fuertes y débiles, y esa lucidez nos permite ser inteligentes en nuestro planteamiento táctico", explica. "Este equipo juega mucho a ras de suelo, con abundancia de pases y larga posesión de la pelota. Para mí es perfecto. El AZ es el club ideal para mi progresión".
Los dos jugadores revelación de la primera división neerlandesa, que forcejean por la conquista del título nacional y siguen en carrera en la Liga Europa con sus respectivos combinados, no son de los que se duermen en los laureles. Pero si a uno le gusta proclamar sus objetivos, el otro se comporta de manera más discreta. "Antes del comienzo de la temporada, me fijé como meta marcar 15 goles. Hasta ahí ya he llegado, de modo que tengo que revisar mis planes", anuncia Mertens ufano. "Anotar 20 sería estupendo, pero ahora tengo que aprender a jugar con dos defensas encima", apunta Elm más cauto. "No me gusta declarar mis objetivos personales. Prefiero hacerlo en privado, tranquilamente, cuando haga falta", confiesa el campeón de Suecia en 2008.
Al final de la temporada, sin embargo, hará falta hacer dos balances: primero, quién será campeón; y segundo, quién será nombrado mejor jugador del campeonato. En los dos casos, Dries Mertens y Rasmus Elm no estarán muy lejos el uno del otro.

*Con información de la FIFA

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