Miércoles 28 de marzo de 2012.– Desde que en la postguerra española millones de gallegos hicieran las maletas para embarcarse rumbo a Sudamérica, o recorriesen miles de kilómetros para abrirse camino laboralmente en Suiza, Alemania o Francia, este pueblo del noroeste español se ha ganado, con el sudor de su frente, la fama de emigrante.
La joven Verónica Boquete hace honor a esa tradición. Nacida hace 24 años en Santiago de Compostela, su pasión por el fútbol la obligó a hacer las maletas y recorrer el mundo para lograr lo que cuando era una niña parecía un sueño inalcanzable: convertirse en futbolista profesional.
Zaragoza, Barcelona, Rochester (Nueva York), Chicago, Philadelphia, Voronezh (Rusia), hasta recalar en Tyresö (Suecia). Este año, la delantera española comparte vestuario y objetivos con la cinco veces mejor jugadora del mundo, Marta: ambas aspiran a convertir al Tyresö en campeón de la liga sueca.
“Marta fue y es mi referente. Entrenar y jugar cada día con ella… no me lo acabo de creer. Ahora encima nos une amistad, la proximidad del idioma nos ayuda, en el campo nos entendemos muy bien y fuera del campo nos llevamos genial”, dice Boquete en una entrevista en exclusiva con FIFA.com durante una concentración con la selección española. “Estoy muy a gusto en el equipo que me recibió muy bien desde el primer día. Es un club ambicioso, uno de los favoritos para ganar la liga. Tenemos grandes jugadoras, grandes nombres pero los nombres solos no juegan. Tenemos que rodar el equipo, porque hay muchas cara nuevas. Cada partido será una final”.
Le costó hacerse con el idioma sueco, pero se maneja con el inglés, que perfeccionó en sus tres temporadas en la Liga estadounidense. En su último año con el Philadelphia Independence fue elegida MVP (jugadora más valiosa). Tras la suspensión de la WPS, Boquete decidió hacer una breve incursión en la liga Rusa, con el FC Energiya Voronezh con el que disputó la Liga de Campeones Femenina de la UEFA.
“La suspensión de la liga americana fue un palo. Tenía ilusión por volver para consolidarme tras ser MVP. Y sobre todo para poder levantar la liga. Pero más allá del palo personal, ha sido un duro golpe a nivel mundial. Que la mejor liga del mundo no salga adelante, que tenga esos problemas, es muy malo para el fútbol femenino. Confiamos en que vuelva y sea más fuerte”, comenta.
“Después de eso me costó decidir mi destino. Ahora estoy muy contenta en Suecia donde hay mucha calidad de vida. Es muy diferente a Rusia. Pero todas estas experiencias me están haciendo crecer como jugadora y como persona”, reconoce aunque admite que en todos estos viajes echa de menos a la familia, los amigos, y la playa.
Un paso más
Pero está creciendo tan bien que Marta le ve un potencial impresionante. “Es un placer tenerla de compañera. Tiene una gran capacidad para leer los partidos, saber qué hacer en cada momento y buscar el pase adecuado en el momento preciso. Tiene una gran calidad, y si continúa en esta proyección podría luchar por el Balón de Oro”, ha dicho la brasileña. Verónica sonríe y se sonroja: “Agradezco sus palabras, pero yo ni me atrevo a soñar con eso”.
Estos días, la delantera, que ya se está preparando para ser entrenadora cuando cuelgue las botas, pelea con la selección española en la fase de clasificación para la Eurocopa Femenina de Suecia 2013. “Es el objetivo de este año. Tenemos muy buenas opciones, vamos a estar. ¡Tenemos que estar! Creo que es una obligación con el fútbol femenino nacional, sería un paso importantísimo. A nivel individual te llena estar en esas grandes citas y yo ya me he perdido muchas. Ya toca”, dice.
Porque la última ‘gran cita’ en la que estuvo Boquete con la Roja, fue la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA Tailandia 2004. “De aquel grupo estamos muchas aquí. A nivel sub-17 y sub-19 somos muy buenas. Si en la base hay calidad, ¿por qué no se refleja en la absoluta? Nos falta un poquito. Pero estamos en el buen camino y podemos dar muchas alegrías”, asegura.
Ella misma hace un análisis muy certero sobre esa falta de continuidad en el fútbol femenino español: “Llega un momento en que la jugadora tiene que elegir entre el fútbol y su vida normal porque no puede compaginar ambos y eso condiciona la calidad del deporte”.
“Se habla mucho de profesionalizar el fútbol femenino, pero creo que aún hay algunos otros pasos intermedios. Hablamos de llegar a la cima pero no puedes saltar de golpe. Hay que cambiar mucho la educación. Vivimos en un país machista y eso nos condiciona. Eso es lo que hay cambiar. Para que un día podamos dejar de hablar de igualdad, porque realmente ya haya igualdad”, concluye.
En ese camino ella ya ha hecho un loable trabajo. Desde el inicio de su carrera en el que sufrió en carne propia la discriminación por cuestión de género, hasta ser una referencia en este deporte e impartir su propio clinic de fútbol. "Es muy satisfactorio, un orgullo y una motivación extra para seguir adelante". Un ejemplo de deportista y mujer.
*Con información de la FIFA
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