Lunes 2 de abril de 2012.– Cada año, el Liverpool FC celebra una ceremonia conmemorativa en su estadio, Anfield, para recordar a las 96 personas que perdieron la vida en la tragedia de Hillsborough, en 1989. Rafael Benítez, obligado a asistir al acto durante su etapa como entrenador de los Reds, entre 2004 y 2010, regresó motu proprio en 2011 para presentar sus respetos.
Cuando los asistentes empezaron a corear el nombre del técnico de 51 años, en reconocimiento a sus logros durante sus seis años en el equipo de la ribera del Mersey (incluido un triunfo en la Liga de Campeones de la UEFA en su primera temporada), Benítez tenía lágrimas en los ojos. Ese momento fue un ejemplo perfecto de la buena relación que el entrenador español mantuvo, y sigue manteniendo, con los fieles hinchas del club.
En la segunda parte de esta entrevista concedida en exclusiva a FIFA.com, Benítez habla de su etapa al frente de los Reds y de los proyectos que estaba poniendo en marcha para sentar las bases de éxitos futuros, al tiempo que expresa su opinión sobre el regreso de Kenny Dalglish y sobre las dificultades por las que ha venido atravesando su ex discípulo Fernando Torres.
En su paso por el fútbol inglés, a menudo fue bastante incomprendido. ¿Cree que se le trató injustamente en Liverpool?
Creo que lo bueno en mi caso es que, al cabo de un tiempo de haberte ido, puedes ver cómo muchos jugadores te dicen: ‘Oye, aprendí cosas’. Si piensas en [Jamie] Carragher, jugaba de lateral izquierdo cuando llegamos al club, y luego se convirtió en uno de los mejores defensas centrales. ¿Por qué? Porque intentábamos entrenarle de una forma diferente. [Steven] Gerrard estaba promediando alrededor de 10 goles; luego le hicimos jugar de extremo derecho o de segundo punta, y pasó a meter más de 20 goles cada año. Intentábamos también adaptar nuestra táctica a la Premier League, al estilo inglés. La gente decía: ‘En la Liga de Campeones lo hizo genial, pero no en la Premier League’… pero mira por dónde, con 82 puntos y luego con 86 batimos dos veces el récord histórico del club. Así que lo hicimos bien con los recursos que teníamos. El problema era que tenías que vender algunos jugadores para comprar otros si querías progresar, porque no teníamos un gran presupuesto. Intentábamos enseñar a nuestros jugadores de una forma que estuviesen aprendiendo todo el rato; y no que se limitasen a seguir el esquema y ya está. Eso no, tratábamos de enseñarles constantemente, y luego podía apreciarse que el equipo iba creciendo y progresando.
¿Cree que los entrenadores volverán a disponer de tiempo alguna vez para construir un equipo? Usted estuvo seis años en el Liverpool, pero en cuanto tuvo una mala temporada, a la calle…
A decir verdad, en el Liverpool tuvimos mala suerte con los propietarios del club. Era una época complicada. Le pueden preguntar a [Roy] Hodgson, que estuvo con ellos seis meses; nosotros estuvimos tres años con ellos. Fue una época muy difícil porque no entendían de fútbol; para ellos era sólo un negocio. Es cierto que va habiendo más gente que invierte dinero en el fútbol y quiere resultados inmediatos, y eso supone meter más presión al entrenador.
¿Le resulta eso frustrante, cuando sabe cuál es su proyecto y ve que todo el mundo piensa a corto plazo?
No, porque por otro lado, tenemos experiencia. Por ejemplo, cuando me fui al Extremadura, subimos el primer año. Con el Tenerife, también logramos el ascenso el primer año. En el Valencia ganamos la liga después de 31 años, y el Liverpool volvió a ganar la Liga de Campeones 21 años después. Y luego nos fuimos al Inter y ganamos dos trofeos en seis meses. Por tanto, no tenemos ningún problema en entrenar con proyectos a corto plazo. Pero de ser posibles, creemos que los proyectos a largo plazo son mucho mejores para la estabilidad de un club y, al mismo tiempo, tenemos aptitudes para llevarlos a cabo porque hemos estado en clubes muy diversos y en diferentes categorías. También mis ayudantes son buenos, así que considero que tenemos experiencia y conocimientos suficientes para tratar de encontrar ese tipo de club y entrenarlo.
Como es lógico, el Liverpool le importaba mucho como club. ¿Hasta qué punto le resultó doloroso marcharse?
Fue realmente difícil, pero veía claro que era imposible seguir con la gente que estaba al mando. Veía que no querían seguir mis ideas; sólo pensaban en el negocio. Estuvimos seis años allí, y estábamos mejorando el equipo, la plantilla y un montón de cosas, pero llegó una temporada mala y recibimos muchas críticas. Pude ver que no íbamos a progresar, porque no contábamos con el apoyo ni con el dinero necesario para cambiar la situación. Lo más difícil es subir el último peldaño. Estábamos mejorando en todos los aspectos; acudíamos a la Liga de Campeones cada año, que es donde recibes mucho dinero. Pero para subir el último peldaño, para aspirar a todo cada año, tienes que gastar dinero en la plantilla, y no lo estábamos haciendo. Si nos fijamos en las cifras, estábamos gastando menos dinero cada año.
¿Podía percibir que todo se iba yendo al traste, que su etapa iba tocando a su fin?
Sí. Tuve una conversación con los que estaban al mando, y pude ver que no comprendían. Recibimos una oferta del Inter de Milán, una oferta importante. Después tuvimos un problema porque me prometieron cosas que no hicieron. El fútbol es un oficio muy complicado…
¿Se arrepiente de haber dejado el Liverpool justo antes de la llegada de los nuevos propietarios? ¿Cree que podría haber continuado con lo que invirtieron en el club?
Sí, lógicamente, con el dinero que se han gastado y la plantilla que teníamos, podríamos haber estado incluso mejor. Porque sabíamos exactamente lo que necesitábamos, y teníamos localizados a jugadores como [Mikel] San José y [Emiliano] Insúa, que ahora están triunfando en la Liga Europa. Estaban localizados porque habían estado tres años en el club. Teníamos a estos jugadores y no necesitábamos gastar demasiado porque eran futbolistas que provenían de la cantera para integrarse en el primer equipo, así que simplemente teníamos que encontrar a los más adecuados. Todo cambió cuando nos marchamos del club. Hodgson tomó las riendas y decidieron fichar un tipo distinto de jugador. Luego, seis meses o un año más tarde, tuvieron que volver a fichar jugadores nuevos, porque algo fallaba.
¿Cuánto se alegra de que Kenny Dalglish haya vuelto a entrenar al Liverpool, teniendo en cuenta sobre todo que fue usted quien en un principio lo trajo de vuelta al equipo?
En aquel momento queríamos traer a alguien que pudiera comprender la historia del club y lo que el club significa para los aficionados, porque nos faltaba eso por parte de los dueños. Traer a Kenny de vuelta era una buena opción para que fuésemos más fuertes como club y como bloque. Yo tuve que irme, pero creo que su llegada vino bien porque cuando el equipo tenía problemas, Kenny podía mejorar las cosas que se estaban haciendo.
¿Cree que podrá conseguir cosas parecidas a las que usted logró?
Dependerá de si cuenta con el apoyo de los propietarios. Han gastado mucho dinero, ¿pero podrán seguir gastándolo a esos niveles? No lo sé. Pero si quieres plantar cara a Manchester United, Chelsea, Arsenal, Manchester City y Tottenham, tienes que tener un proyecto muy bueno y seguir gastando dinero sabiamente.
¿Qué se siente al ver a Fernando Torres ocupando un segundo plano ahora, teniendo en cuenta que usted le fichó y le ayudó a convertirse en un delantero tan fabuloso?
Fernando es un gran chico. Fue una lástima que tuviera que irse porque el club estaba yendo en la dirección equivocada cuando él se marchó. Ahora tiene que marcar goles, pero tiene aptitudes para ello. Uno no mete 50 goles en la Premier League más rápido que nadie para que luego digan de él que no es lo bastante bueno. Es un gran jugador y necesita recuperar la confianza. Meter goles es vital para un delantero, así que pienso que pronto estará bien. Es una cuestión de tiempo, si el Chelsea logra encontrar la forma de que sea regular y marque goles todas las semanas.
Después de su paso por el Inter de Milán, volvió a Liverpool para vivir, por lo que parece claro que siente una gran simpatía por la ciudad…
Desde que llegamos aquí, mi mujer ha estado siempre aprendiendo y hablando con la gente sobre la cultura y la historia de la ciudad. Estamos vinculados por la familia, y desde el principio venimos tratando de implicarnos y entenderlo todo. Hemos creado una fundación y estamos ayudando a las organizaciones benéficas locales. Intentamos implicarnos y ayudar a la gente de donde vivimos, porque luego, cuando das dinero, puedes ver su utilidad.
*Con información de la FIFA
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