El Brasileirão según Tite

Viernes 18 de mayo de 2012.– El Campeonato Brasileiro, que ha tenido cuatro ganadores distintos en los últimos cuatro años, supone un desafío para cualquiera de sus 20 entrenadores. Hay muchas rivalidades y peculiaridades en juego en un país de proporciones continentales y con un abanico tan poco común de aspirantes al título. Para tratar de comprender cuáles son los secretos y los puntos más importantes en la preparación de un club para este largo trayecto, hemos pedido ayuda a un entendido: Tite, técnico del Corinthians.
En una extensa charla con FIFA.com, nos da las siguientes recomendaciones.

Tiempo: “En 2011, nuestra eliminación en la fase previa de la Copa Libertadores acabó generando una situación interesante en el Brasileiro: dispusimos de un periodo de transición, durante el Campeonato Paulista, para confeccionar una base. Se fueron Ronaldo, Roberto Carlos... y yo tuve la oportunidad de usar el Paulista para dar tiempo de juego a los sustitutos y formar un once tipo. Imagine si tuviese que hacer eso ya en el Brasileiro, donde todos los partidos son complicadísimos”.

Lesiones: “Además, el año pasado sucedió algo fundamental: pasamos las primeras 13 o 14 jornadas sin sufrir lesiones. Eso es determinante para poder mantener una cierta planificación. Pero hay que tener una idea fundamental de cómo quiere uno a su equipo, aunque con cierto margen para la reorganización. Lo más importante es mantener el equipo. Mucha gente se desorganiza en el campeonato”.

Planificación: “Digo ‘cierta planificación’ porque, claro, en estos torneos tan largos, no se puede tener un plan totalmente detallado. Es imposible decir: ‘Ah, ahora voy a escaparme en la clasificación’, pero sí se puede planificar. En 2011, teníamos el objetivo de mantenernos siempre entre los seis primeros. Porque en las últimas cinco o diez jornadas el campeón sale de ese grupo. Es distinto a la liga española, la inglesa o la italiana, donde unos pocos equipos se escapan pronto y el título siempre queda entre ellos”.

Regularidad: “En el Brasileirão son muchos los que llegan a luchar por el título en algún momento. Pensemos en el año pasado: en el primer tercio del campeonato, el Palmeiras estaba entre los favoritos. El Cruzeiro era considerado casi unánimemente como el equipo que mejor fútbol practicaba, y acabó luchando por evitar el descenso. El Santos perdió fuelle por culpa del Mundial. Es una liga en la que cambian muchas cosas, y es fundamental mantener cierta regularidad”.

Continuidad: “Este año claro que la situación es diferente, porque todavía estamos disputando la Copa Libertadores. Además, tengo la ventaja de contar prácticamente con la misma base. Por lo tanto, está todo estructurado: los jugadores conocen sus funciones y saben cuál es su relación conmigo. Es un grupo fuerte, y si experimenta cambios debe ser para mejor. Lo que más me anima es que, aunque seamos maduros, todavía nos queda margen de progresión”.

Control: “No digo que a día de hoy sufra menos presión después de haber ganado el Brasileiro. En Brasil eso no pasa. Lo que tengo es más control, porque conozco mejor a los jugadores, pero la presión existe siempre. En Brasil no es fácil ser un club grande, porque todos los años hay 12, 14 equipos luchando por el título, y solo gana uno. Cualquier resultado que no sea el título es considerado prácticamente como un fracaso. Quedar entre los primeros y conseguir una plaza en la Copa Libertadores lo ha hecho un poco menos complicado, pero, aún así, el nivel de exigencia es enorme. La diferencia es que, en el Corinthians, esa exigencia tiene más visibilidad”.

Equilibrio: “El equilibrio es absolutamente real. No solo por el número de equipos con opciones de lograr el título, sino porque todos los partidos son potencialmente complicados. Por ejemplo, al final del año pasado todos pasaron una semana criticándonos porque habíamos perdido con el América Mineiro, que ya estaba prácticamente descendido. ¿Y qué pasó la semana siguiente? Que le ganó al Fluminense. En las ligas europeas no es habitual que ocurra eso. Aquí, si uno no empieza bien, pierde. Ha aumentado el nivel de los preparadores físicos, de los técnicos y de la infraestructura, y las diferencias se han acortado. Son equipos peligrosos. Las condiciones se han igualado, y lo cierto es que lo que marca diferencias son los detalles”.

Adaptación: “Un adversario dificilísimo, por ejemplo, es el Goiás [actualmente en la Série B]. Es muy difícil jugar allí, debido al clima: mucho calor, y poquísima humedad. Me habían dicho que, al principio, a ellos les gustaba imprimir un ritmo alto y cansar al rival. Recuerdo que traté de invertir los papeles: aceleré todavía más en el primer tiempo, marcamos dos goles y después aseguramos el resultado. Son adaptaciones que uno debe hacer: es un campeonato continental”.

Plantilla: “¿Qué les he dicho a los jugadores en el entrenamiento de hoy? ‘Ahora es el momento en que habrá oportunidades para todos’. Porque este año no va a ser igual para nosotros. Los hombres que están reincorporándose no van a jugar miércoles y domingo. Así pues, todos tienen que estar preparados, porque es ahora, en este inicio, cuando voy a necesitar al plantel. Resulta difícil de entender, tanto para el hincha como para ellos, pero los tres puntos que disputemos ahora valen tanto como los que sumemos más adelante”.

*Con información de la FIFA

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