El IFK de Eriksson arrebata la Copa de la UEFA al Hamburgo

Sábado 19 de mayo de 2012.– El IFK empezó el mes de marzo de 1982 al borde de la bancarrota. Los problemas económicos del club eran tan graves que, de hecho, tuvo que pedir dinero prestado a sus hinchas para poderse costear un viaje a Valencia, donde debía disputar un partido de cuartos de final de la Copa de la UEFA, en el que se temía una goleada.
Sin embargo, el equipo mantuvo el tipo y se llevó un empate a 2-2. Dos semanas más tarde, se impuso por 2-0 en la vuelta, en Gotemburgo. Posteriormente, después de superar contra pronóstico al Kaiserslautern en el tanteo global de la eliminatoria tras la prórroga, los hombres de Sven-Göran Eriksson se plantaron en la final.
Y, pese a haber superado obstáculos de tal envergadura, todo indicaba que el IFK se enfrentaba ahora a uno infranqueable: un Hamburgo que atravesaba uno de los periodos más fructíferos de su historia, que se saldaría con la conquista de tres títulos de liga, seis campañas seguidas entre los dos primeros, una Recopa, un segundo puesto en la Copa de Europa de 1980 y el máximo título continental tres años más tarde.
Ditmar Jakobs, Manfred Kaltz, Felix Magath, Lars Bastrup, Horst Hrubesch y compañía, tal y como se esperaba, dominaron en el choque de ida de la final, celebrado en el estadio Ullevi. No obstante, gracias a un solitario gol de Tord Holmgren en los últimos compases, el IFK se dotó de una mínima ventaja con la que visitar el Volksparkstadion hace exactamente 30 años este sábado.
Casi nadie apostaba por que los suecos consiguiesen hacer valer esa renta en Alemania al sonar el pitido inicial, pero su causa ganó algunos adeptos en el minuto 26, cuando el delantero Dan Corneliusson, de 20 años, firmó el 0-1 de la noche mediante una volea de exquisita factura.

Mayor presión

El equipo de Ernst Happel redobló entonces la presión sobre los visitantes, pero, recién cumplida la hora de juego, Holmgren cortó de manera impecable un ataque del Hamburgo y habilitó a Torbjorn Nilsson en un contragolpe. El veterano artillero arrancó desde la línea de centro y corrió hacia la frontal del área local, desde donde envió un zurdazo que se coló ajustado al palo de la meta defendida por Uli Stein.
Tan solo dos minutos más tarde, la retaguardia del Hamburgo volvió a ser incapaz de frenar la potencia y velocidad de Nilsson, que cayó derribado en el área. Stig Fredriksson, con gran sangre fría, transformó el consiguiente penal y sentenció la espléndida victoria por 0-3 del IFK, campeón así de la Copa de la UEFA por un resultado global de 4-0.
Eriksson, entre otros logros, conduciría luego al Benfica a la final de la Copa de Europa, ganaría el segundo Scudetto de la historia del Lazio y alzaría trofeos con el Roma y el Sampdoria. También dirigió a la selección inglesa que obtuvo un asombroso triunfo por 1-5 en Alemania en un encuentro de clasificación para la Copa Mundial de la FIFA Corea/Japón 2002™. Aun así, todos esos títulos, y la victoria en tierras alemanas, palidecen en comparación con la gesta protagonizada por Eriksson y el modesto IFK aquel 19 de mayo de 1982.

*Con información de la FIFA

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