Viernes 11 de mayo de 2012.– Si Rodney Marsh y Stan Bowles son los míticos reyes del Queens Park Rangers, Adel Taarabt no está lejos de jugar en la misma corte. El cerebrito marroquí hace las delicias de los seguidores de los Hoops desde hace tres temporadas a golpe de goles, pases y regates fuera de lo normal. El curso pasado estuvo majestuoso; el principio de éste, no tanto; pero ahora resplandece de nuevo. Y no ha podido elegir momento más oportuno.
"Es verdad que mi arranque de temporada no fue bueno. Estuve a punto de ser traspasado y al final el asunto no cuajó", relata ante el micrófono de FIFA.com el jugador nacido en Fez. "Si bien siempre se pueden hacer mejor las cosas, hoy puedo decir que estoy de vuelta. Marqué contra el Tottenham y el Arsenal, y tengo la sensación de que, en general, mis prestaciones están mejorando desde hace algunos partidos".
Taarabt es capaz de hacer verdaderas proezas. Con sus 19 goles y sus 16 asistencias, contribuyó grandemente a que el QPR ascendiera a la Premier League la temporada pasada. Nick Warnock, su entrenador, no oculta la alegría de haber podido conservar entre sus efectivos al niño prodigio de Loftus Road: "Es un éxito fantástico para el club haber logrado conservarlo a bordo. Estamos entusiasmados de que se quede. Nos merecíamos tener un hombre capaz de hacernos ganar en las grandes citas. Y eso es exactamente lo que él es".
Niño querido y prodigio, pero mimado
Pero el niño prodigio también puede transformarse en un chico malcriado. Tan talentoso como impetuoso, Taarabt empezó a pagar los platos rotos de su fuerte carácter en su primera temporada como profesional, en 2006 en el Lens. Tras un altercado con uno de sus compañeros, en pleno partido y sin consultarlo con nadie, abandonó el terreno de juego y a continuación el campeonato de Francia. Nuevo destino: Inglaterra.
"No guardo más que buenos recuerdos de mi experiencia en el Lens. Estuve allí siete años, y conocí tantos buenos educadores como buenos amigos. Aprendí una enormidad", reconoce Taarabt sin ningún rencor. "Luego tuve la oportunidad de venir al Tottenham, en la Premier League, el mejor campeonato del mundo hoy en día, a mi entender. Y no la desaproveché".
Prestado a los Spurs, que ejecutaron enseguida la opción de compra, el pequeño director de juego encontró dificultades para imponerse en el conjunto londinense, sin embargo. Entonces el QPR le ofreció más tiempo de juego, Y Taarabt aceptó. Así empezó el intenso romance entre el principito marroquí y el Queens, una historia de amor con sus más y sus algunos menos. En cualquier caso, sus genialidades pronto hicieron olvidar sus ansias de emigrar a clubes más grandes a comienzos de la temporada o su abandono del estadio en el intermedio de un desastre contra el Fulham (6-0).
"Admito que tengo un carácter fuerte, pero más que nada dentro del campo. Fuera soy muy fácil de manejar", confiesa. Sea como fuere, Taarabt cambiaría muy a gusto sus distinciones personales —fue elegido mejor jugador de la Championship y mejor jugador árabe del año 2011— por que su club se mantuviera en la división de honor inglesa: "Por supuesto que sí. Voy a hacer todo lo que pueda por salvar al club, sería formidable que lo consiguiéramos". E insiste: "Espero continuar mi aventura en la Premier League con el QPR. Lo mejor que me podría pasar sería quedarme en el club".
Luna de miel y divorcio
Sus relaciones con los Leones del Atlas acaso sean aún más pasionales. Seleccionado en 10 ocasiones, goleador en 3, Taarabt dio que hablar por primera vez en junio de 2011, al marcharse del combinado nacional dando un portazo tras enterarse de que no sería titular contra Argelia. No tardó en hacerse perdonar al convertirse en uno de los principales artífices de la clasificación para la Copa Africana de Naciones 2012, luego de hacer un encuentro sensacional contra Tanzania (3-1) en octubre.
La continuación no fue tan feliz: Marruecos descarriló en la fase de grupos durante la prueba reina continental. "Creo que no estábamos listos para aquella competición. Hacía mucho calor, y el mal estado de los campos obstaculizaba el juego que queríamos poner en práctica. Sin embargo, nos fajamos. También puede ser que pensáramos que iba a ser fácil, y desde luego que no lo fue… De todos modos, fue una buena experiencia para un jugador joven como yo, que sólo tengo 22 años", analiza.
Aquel fracaso desembocaría en un divorcio entre el seleccionador y Adel Taarabt, demasiado poco utilizado a juicio del volante: "No me entiendo muy bien con Eric Gerets. Por supuesto que sigo amando mi país, y siempre quiero representarlo, pero me parece difícil jugar con mi selección mientras ese seleccionador continúe en el cargo".
Este domingo 13 de mayo, frente al Manchester City, Adel tendrá una oportunidad única de consolarse con su club. Pero para salvar al Queens, es muy posible que el príncipe Taarabt necesite impedir la coronación de un rey. Será difícil.
*Con información de la FIFA



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