Domingo 22 de julio de 2012.– Stuart Pearce se prepara para dirigir a Gran Bretaña en Londres 2012. La selección, que llevaba 52 años ausente de los Juegos Olímpicos, confía en que la ventaja del factor campo le proporcione el empuje para ganar su primera medalla en un siglo.
El ex internacional inglés, desde hace tiempo entrenador de la selección sub-21 de Inglaterra, ha concedido una entrevista en exclusiva a FIFA.com durante los preparativos del Torneo Olímpico de Fútbol Masculino, que para Gran Bretaña comenzará el jueves contra Senegal. El estratega habló del ambiente especial que rodea la competición, de la ventaja que supone contar en el combinado con astros de la experiencia de Ryan Giggs y de cómo aprovecharla.
De las competiciones en las que ha participado como seleccionador, ésta es con mucho la de mayor relieve. ¿Está planteándosela de forma diferente?
No, la verdad es que no. Vivimos una gran experiencia el año pasado, y creo que lo único ligeramente diferente es que las otras competiciones en las que he participado se han disputado al final de la temporada de liga y, por lo tanto, los entrenamientos se han programado de forma un tanto diferente. Fuimos a Colombia para jugar en la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA por la misma época que este torneo, de manera que tanto yo como la mayor parte del cuerpo técnico cosechamos una experiencia en aquella competición que podemos aprovechar ahora en ésta. Básicamente, los preparativos han sido bastante similares, la única diferencia, diría yo, estriba en que hemos trabajado mucho más la forma física que en los preliminares de otras competiciones.
¿En qué aspectos ha concentrado los entrenamientos, teniendo en cuenta el poco tiempo que llevan juntos? ¿Táctica, formación del grupo, rivales a los que se enfrentarán?
Creo que hemos encontrado un equilibrio. Somos conscientes de que, físicamente, tenemos que ponernos a punto a tiempo para el partido contra Senegal. Sabíamos que no estaríamos a punto para enfrentarnos en un primer partido a México, ni probablemente a Brasil, pero contra Senegal debemos empezar a lo grande.
¿Cómo ha enfocado la elección de los jugadores mayores de edad?
Pues muy sencillo, la verdad. Se echa un vistazo a los jóvenes, luego al lugar en el que pueden encajar dentro del combinado y, a partir de ahí, se ve dónde estamos más débiles. En la delantera necesitábamos a Craig Bellamy, y en la zaga a Micah Richards. Ryan Giggs ha atravesado por un momento de forma sobresaliente este año. Se trata simplemente de mirar a los jóvenes sobre un trozo de papel y decir: "A ver, ¿dónde estamos bien reforzados? Podemos elegir sólo a tres, ¿somos débiles en alguna demarcación?". Y eso hemos hecho. Realmente, depende del esqueleto del equipo.
¿Representa un plus para usted, en comparación con su trabajo habitual en la sub-21, poder contar con un par de veteranos en la selección?
Hemos funcionado de forma ligeramente distinta en esta competición, y yo mismo como seleccionador también. Ryan Giggs es el capitán de la selección, y ha participado en las reuniones del cuerpo técnico para comentar los entrenamientos y transmitirnos las opiniones de los jugadores. Eso no lo hago con la selección sub-21 ni, a decir verdad, con los clubes. Se trata de una medida nueva y diferente para mí, y funciona a la perfección. Creo que a Ryan también está gustándole tener voz y voto en la toma de decisiones. Por su experiencia, por todo lo que ha conseguido en el fútbol y por esa sensatez suya de la que nos beneficiamos todos (no sólo el propio Giggs), tenerlo en el grupo es una ventaja extra para nosotros.
En comparación con otras selecciones, como Brasil, Uruguay o México, cuyos jugadores llevan entrenándose juntos desde hace bastante tiempo, ¿se siente en desventaja?
Hemos llegado por una ruta distinta. Nosotros no hemos necesitado clasificarnos. Por el contrario, las otras 15 selecciones han competido en la fase de clasificación, lo que les ha aportado un sentido de grupo y ha unido a los equipos. Han tenido más tiempo para prepararse, y sus seleccionadores han disfrutado de más tiempo para trabajar con los jugadores y conocerlos bien. En ese sentido se puede decir que llegamos con cierta desventaja, pero contamos con el factor campo a nuestro favor. Aunque también hay que viajar, esperamos que nuestros aficionados nos apoyen y nos proporcionen aliento y empuje. Creo que nuestros jugadores no sabían con qué se iban a encontrar cuando se reunieron con nosotros hace dos semanas, pero se han cohesionado. Tan sólo llegar a la villa olímpica, comprendieron la magnitud de la competición, y eso es algo que redundará en nuestro provecho.
¿Le ha sorprendido algo de una competición tan importante, de un torneo de fútbol tan trascendental? Sus jugadores nunca habían participado en él, pero usted tampoco.
¡Cuánta razón tiene! Yo ha participado en Mundiales y Eurocopas cuando era jugador, y está claro que en competiciones sub-21 y Mundiales como entrenador, pero esto es bastante diferente. Cuando hablo con los jugadores queda claro que se trata de uno de esos escenarios que no puedes describir, algo muy especial, algo mucho más grande que en las competiciones a las que estamos acostumbrados. Me cuesta mucho describirlo en concreto, pero es una cosa distinta. Creo que los jugadores notan esa sensación y además saben que se trata de una competición inmensa. Ahora que los Campeonatos de Europa han terminado, toda la atención se centra aquí. Ya estamos en el final de la cuenta atrás, y debemos estar listos para saltar al terreno de juego y asegurarnos de que se agoten las entradas para todos nuestros partidos de grupo. El público tiene que acudir en masa a esta fiesta para darnos el aliento extra que necesitamos.
¿Qué problemas piensa que se encontrarán en la fase de grupos?
Sería una locura infravalorar a nadie, la verdad. Conocemos lógicamente a Luis Suárez [delantero del Liverpool] y a [Edinson] Cavani, que ha jugado en los partidos europeos, de manera que somos conscientes de que debemos respetar la línea de ataque de Uruguay. Acabamos de ver a Senegal ganarle a España por 0-2. Yo vi el encuentro en el que Senegal se clasificó contra Omán, y Emiratos Árabes Unidos llegará a esta competición con 17 partidos disputados. Probablemente, quien gane este torneo no será el mejor equipo, sino el que sepa recuperarse mejor, el que soporte mejor los viajes y el que se las arregle mejor en caso de sanciones, lesiones y demás. Creo que todos los aspectos cuentan, sencillamente por el hecho de que hay que ganar seis partidos en 17 días, y eso es mucho pedir para cualquier selección.
Como ha dicho, veremos a hombres de la talla de Suárez y Cavani en Uruguay, o Marcelo, Hulk y Thiago Silva en Brasil. ¿Cree que la Eurocopa le ha impedido en cierta manera seleccionar libremente a sus jugadores mayores de edad de entre la gran abundancia de opciones posibles?
Sí, y también a los jugadores de menor edad. Había ochos jugadores menores de edad en la EURO, que estaban fuera de mi selección, y tuvimos la gran suerte de conseguir al guardameta [Jack] Butland. Todavía hay siete jugadores no disponibles que podría haber elegido, y no digamos ya a los mayores. Pero todo esto ha brindado una oportunidad fantástica a los 18 futbolistas que llevaremos con nosotros, aunque debo decir que, de todas maneras, la mayoría de ellos habría entrado en la lucha por una plaza en esta selección. Según yo lo veo, una vez que un seleccionador consigue armar un equipo, sólo debe preocuparse por los jugadores que lo forman.
¿Qué esperanzas alberga para esta competición? ¿Sería realista pensar en medallas?
He montado este equipo para que llegue hasta la gran final y la gane. Nos entrenamos para ganar la final, practicamos los lanzamientos desde el punto penal para ganar la final. Me decepcionaría muchísimo que otro seleccionador de cualquiera de los 16 equipos llegara con una mentalidad diferente, le digo la verdad. Ya lo vimos en tierras inglesas, o británicas como son en este torneo: la Copa Mundial se ganó en 1966 en casa, y en la Eurocopa 96 nos faltó superar la semifinal para alcanzar lo máximo. De manera que la ventaja que proporciona el factor campo en todo el mundo desempeña un papel muy importante en el fútbol, por eso debemos asegurarnos de jugar lo bastante bien para atraer al público a los estadios.
*Con información de la FIFA
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