Ciudad de México, martes 4 de diciembre de 2012.– Como él no habrá dos. Miguel Calero fue un portero de gran calidad, un profesional intachable y sobretodo una extraordinaria persona.
Sus condiciones físicas lo hacían lucir aún más espectacular en sus acciones bajos los tres postes. Nació en Ginebra, Colombia, el 14 de abril de 1971 y se formó en el Deportivo Cali. Debutó en el Sporting de Barranquilla en 1987, volvería al Cali para regalar grandes actuaciones que lo llevaron a fichar por el Atlético Nacional.
Fue en el año 2000 cuando fue fichado por el fútbol mexicano, por el Club Pachuca donde vivió los mejores años de su carrera. Ganó cuatro títulos de Liga, Invierno 2001, Apertura 2003, Clausura 2006 y Clausura 2007. Además de la Copa Sudamericana en el 2006 y cuatro torneos de Campeones de Concacaf.
Con la Selección Nacional de Colombia tuvo actividad desde 1991 hasta el año 2007, jugando la Copa América en distintas ocasiones, fue campeón en el 2001 ante México.
Su gran nivel vino también a impulsar nuestro futbol y a fomentar la competencia, vivía tardes y noches como impasable
Siempre fue un portero seguro y espectacular, con gran personalidad y capacidad de liderazgo. Después de su retiro en el año 2011, siguió con la institución hidalguense como preparador de porteros.
Inolvidable será su silueta espigada, portando una gorra y volando bajo los tres postes.
El futbol perdió a un gigante, mas su recuerdo siempre estará entre los que aprendimos a disfrutar de este deporte gracias a él.
*Con información de la LIGA MX / ASCENSO MX
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