Domingo 15 de septiembre de 2013.- En principio, no habría que mostrar pudor alguno para señalar al actual campeón del mundo como favorito de la próxima cita mundialista. Sería el escenario teóricamente más natural. Pero cuando Junior Negão lo hace, resulta inevitable pensar que hay algo fuera de lugar. Él mismo se detiene y lo piensa antes de responder. Y habla sin medias tintas.
“Es interesante pensar en eso precisamente. Brasil siempre ha sido favorito. Siempre. Y ahora, por primera vez, no lo es”, cuenta el seleccionador brasileño a FIFA.com en vísperas del comienzo de la Copa Mundial de Beach Soccer de la FIFA Tahití 2013. “Rusia es el rival a batir. Yo lo sé, y nuestros jugadores también son conscientes de no ser favoritos”.
El mero hecho de que Junior Negão señale como favorito a otro equipo ya causaría extrañeza por ser él brasileño, es decir, del país en cuyas playas nació esta modalidad y que conquistó cuatro títulos consecutivos entre 2006 y 2009. Sin embargo, en su caso, la familiaridad con la victoria es todavía más intensa. Antes de ser nombrado técnico de la Seleção, a finales de 2012, fue uno de los jugadores más emblemáticos del fútbol playa, desde su inicio como actividad organizada, al principio de los años 90.
Una lección aprendida con creces
Hilton Santos Junior posee el récord de participaciones con los colores del combinado brasileño, 318, y disputó los diez Campeonatos Mundiales precursores de la Copa Mundial de Beach Soccer de la FIFA, de los cuales Brasil tan solo perdió uno. Antes de retirarse, fue el capitán de Brasil en las cuatro primeras Copas Mundiales de Beach Soccer de la FIFA, y alzó el trofeo tres veces, entre 2006 y 2008, después del frustrante tercer puesto de la edición inaugural de 2005. Por lo tanto, indicar a otro rival como favorito no es algo nada natural para este carioca de 49 años, que llegó a dedicarse a enseñar a otros las mejores maneras de plantar cara al favorito de siempre, Brasil. Pero no contaba con que la lección fuese a ser tan bien aprendida.
“Es curioso. En 2010 estuve un mes en Rusia e impartí un curso para técnicos en el que la gran pregunta era ‘¿cómo ganar a Brasil?’. Y yo siempre decía: hay que defenderse muy bien y aprovechar bien las únicas ocasiones en las que, en general, falla a veces la selección brasileña: en la defensa en acciones ensayadas de saques de esquina y laterales”, explica el entrenador. “Y los rusos se centraron en eso, aprendieron y progresaron. Hasta el punto de que, actualmente, casi todos sus goles proceden de este tipo de jugadas”.
Parece dolerle hablar así de otro equipo, o más bien no hablar así de Brasil. No por apego al pasado, sino por la frustración de ver que, en algún momento, los sudamericanos se estancaron. O, contemplándolo desde otro prisma que él mismo propone, los rivales les han alcanzado. “Si pensamos en lo que era el baloncesto de los jugadores de la NBA cuando empezaron a competir internacionalmente, en 1992, vencían a todo el mundo por 40 o 50 puntos. Y ahora tienen que luchar, y a veces incluso pierden. Es más o menos lo que ha ocurrido con Brasil en el beach soccer. No puedo mentir: esa fase ya ha pasado”.
A estas alturas, es como si Junior Negão dijese basta, también en su discurso: el equipo se ha sometido a una intensa preparación durante un mes, y el técnico confía plenamente en su combinación de veteranos, como Mão, Jorginho y Bueno, y jóvenes como Bokinha y Datinha. Sobre todo, insiste en una cosa. “¿Si somos favoritos? No. Pero, ofensivamente, ningún equipo del mundo puede compararse al nuestro. Eso sigue siendo un hecho, al que hay que añadir la entrega y la disciplina táctica para hacer frente a cualquier equipo”, afirma, dejando bien claro a quién se refiere cuando dice ‘cualquier equipo’. “Así es. Los tiempos han cambiado. Ha llegado la hora de encontrar la manera de ganar no a Brasil, sino a Rusia. Y yo creo que tenemos las armas necesarias para eso”.
0 Comentarios