¡Gracias, Don Jorge Romo!

México, DF, martes 17 de junio de 2014.– Uno de los personajes que marcó la historia del fútbol mexicano fue el defensa del Seleccionado Nacional de los años 50´s, el famoso Licenciado Jorge Romo Fuentes.
A lo largo de su trayectoria consiguió campeonatos con los Clubes Marte, en la temporada 1953-1954 y Toluca en 1966-1967, además de mostrar en las Copas Mundiales de Suiza 1954 y Suecia 1958 que el fútbol mexicano tenía carácter y podía enfrentarse al tú por tú con cualquiera de sus rivales.
Abogado de profesión, Jorge Romo Fuentes nació un 20 de abril de 1923, en la Habana, Cuba, aunque siempre se ha considerado mexicano, pues no en vano representó a nuestra Selección en los Mundiales de los años 1954 y 1958.
Con tan solo 10 años de edad, se inició en el balompié en el equipo Juventud. Profesionalmente debutó en 1947, con el equipo español Asturias con quien se fue forjando, dando dotes de sus habilidades. De inmediato pasó a las filas del equipo Marte de Primera División, donde se convirtió en pieza clave en la defensa. Su primer campeonato lo consiguió con este Club en la Temporada 1953-1954, tras derrotar al América un gol por cero.
Su destacada actuación en el Marte lo hizo convertirse en titular de la Selección Mexicana que nos representó en el Mundial de Suiza, en 1954.
Convocado por el Señor Antonio López, Romo enfrentó a la Selecciones de Brasil, Francia y Yugoslavia a lado de sus grandes compañeros como el delantero José Luis Lamadrid; el portero titular, Antonio Carbajal; el defensa Raúl Cárdenas; el excelente delantero, Carlos Septién, entre otros.
A su llegada a Suiza, Romo manifestó que México iría por todo: “Hay que tomar las cosas como son y con filosofía, por algo soy abogado”. (Esto, 13 de Junio 1954)
México enfrentó a Brasil y la Selección mostró buen fútbol, pero esto no sirvió de mucho pues los amazónicos derrotaron a los mexicanos 5 goles a 4.
En el segundo partido aguantaron hasta el final para conseguir el empate a uno con el representativo de Yugoslavia.
Para el Francia vs. México, de nuevo se perdió el enfrentamiento siendo derrotados 3 goles por 2.
A su regreso a México, Romo se colocó de inmediato en la titularidad del Toluca. En la temporada 1954-1955, el Club alcanzó el sexto lugar de la tabla general. La carrera del defensa estaba en su máximo punto. El 27 de mayo de 1956 el Deportivo Toluca consiguió su primer titulo en la Primera División ante Irapuato.
Para las temporadas 1956-1957 y 1957-1958, el Deportivo Toluca obtuvo dos Subcampeonatos, al ser derrotados por Guadalajara y Zacatepec, respectivamente. Su destacada participación en la defensa de los Escarlatas, logró que de nuevo fuera llamado por Antonio López para formar parte de la Selección que nos representó en Suecia 1958.
El selectivo que participó en esta Copa del Mundo enfrentó al equipo de casa perdiendo tres goles contra cero el domingo 8 de junio de 1958.
El miércoles 11 de junio, México sacó la garra y logró un significativo empate ante Gales; sin embargo, cuatro días después, la Selección se despediría de Suecia, al caer con Hungría por cuatro goles a cero. En esta ocasión Romo no saltó a la cancha puesto que el defensa estaba lesionado de una pierna y su lugar fue ocupado por Jesús del Muro.
Desde su llegada al Club mexiquense, Romo Fuentes fue pieza clave para el equipo toluqueño, por ello es considerado como uno de los jugadores más destacados dentro de la historia del Deportivo. Su despedida fue en el año de 1961.
Luego de su retiro, el Licenciado Romo fungió como Gerente Deportivo de la escuadra roja, contribuyendo con los Campeonatos de Liga de 1966-1967, y 1967-1968 que dieron tanta satisfacción a la afición roja de esa época.
De 1967 a 1969, fue nombrado Comisionado de la Tercera División Profesional.
Su actitud y perseverancia lo hicieron ocupar rápidamente el cargo de Vicepresidente del Club Necaxa.
De ahí Romo Fuentes se convirtió en Secretario, Prosecretario y Director General de la Primera División Profesional.
Para junio del 2000, fue nombrado Secretario General de la Federación Mexicana de Fútbol, cargo que ocupó aproximadamente un año; posteriormente, fue nombrado Secretario Adjunto.
Tiempo después, el Licenciado Romo Fuentes fue Representante de los Clubes ante la Comisión de Conciliación y Resolución de Controversia y se desempeñó como Asesor de la Dirección General Deportiva.
El día de hoy, martes 17 de junio de 2014, Don Jorge Romo se despidió de este mundo dejando grandes enseñanzas, y sobre todo, un gran ejemplo de amor y compromiso hacia el fútbol mexicano.

Entrevista

En entrevista realizada en el 2011, el Lic. Jorge Romo comentó algunos pasajes de su vida futbolística, iniciando con quien ha sido el jugador que mayor admiración causó en el:
“Han habido muchos jugadores de grandes cualidades técnicas, pero a mi me llamó la atención Luis “Pirata” Fuente, era un jugador muy completo, le pegaba muy bien a la pelota. Asimismo, también admiré al argentino José Manuel Moreno, al que le decían el Charro Negro. Era un superdotado, los dos eran igual, eran gente que se podían poner una parranda el sábado y llegaban a jugar el domingo y eran los mejores jugadores de la cancha.
“Por ejemplo, a José Manuel Moreno, dicen –yo no fui testigo- que le pusieron el Charro por que un día después de una parranda llegó vestido de charro, lo agarraron, lo metieron a las regaderas y a jugar”.
Como jugador, el Lic. Romo fue férreo y difícil de superar:
“Yo era muy tranquilo para jugar, pero cuando se me botaba la chispa... Una ocasión me expulsaron, un tío mío era el Presidente de la Comisión Disciplinaria y el primer caso que cayó en sus manos fue el mío, me echó cinco partidos. Hable con él y le dije: “Tío por favor cinco partidos es mucho, voy a perder de titular, no me pagan”, y me respondió: “Te echo cinco, te voy a echar 10 porque ensuciaste el nombre de los Romo, lo tienes a nivel del suelo, te me vas.
“Tengo una fotografía que me dio la Federación, de un partido en el Estadio Azul contra Vasco da Gama, estamos Savara un jugador de mi vuelo, pero más fuerte. No sé qué pasó que le estoy dando un derechazo donde dicen los boxeadores que se cae todo mundo, pero ni lo moví, yo nada más le vi los dientes blancos, se rió y en eso se hizo la bola me separaron y llegaron todos corriendo. Esa ocasión fue un árbitro inglés el que dirigió el partido y uno de los auxiliares me dijo: “Romo, estás expulsado, vete rápido”, se armó una, pero en fin”.
Don Jorge Romo, rememoró como eran los viajes en la época en que fue jugador:
“Ahora es diferente, primero en 1930 los viajes que hacía la Selección Mexicana en el Mundial de Italia las peripecias en el barco, que fue como empezaron viajando. El América comenzó en ferrocarril a Guatemala, después en barco.
“A mi me tocó en 1949 ir a España en avión, de cuatro motores. ¡Caray! 36 horas de viaje; México – Miami, Miami-Bermudas, Bermudas-Azores, Azores-Lisboa, Lisboa-Madrid, y llegamos -en la época en que no había relaciones diplomáticas con España-, gracias a los hermanos Arrache.
“La prensa en Madrid quería ver a un equipo mexicano y en menos de una semana nos agarraron y ahí vamos, recuerdo que nos reciben tres personas, Don Santiago Bernabéu, Carlos el “Torero” y Manolo Fábregas. Carlos y Manolo nos advirtieron que no fuéramos a tomar agua, a lo que nosotros preguntamos que por qué, contestándonos que porque por lo de la guerra civil, todavía las tuberías no están bien y nos recomendaron tomar vino.
“No te imaginas la cantidad de gente que quería a México, eran vinos de honor diarios y los vinos de honor se convertían en borracheras diarias. El “Pirata” Fuente en el vino de honor del jueves se perdió y llego hasta al domingo.
“El festejo de los españoles era tomar Coñac y ofrecerles lo mismo a los jugadores pidiendo para estos la botella y decían que bien jugaron, que grandes y cuando perdíamos decían cómo no van a perder, si estos se toman todo el Coñac.

Romo recordó a un grande de la pluma:

“En el Excélsior escribía Manuel Seyde, que era un Jarocho terrible, fue el que les puso a los seleccionados “Los Ratones Verdes”, tengo un libro escrito por Seyde llamado “El Alarido...”, yo fui buen amigo de él, era un gran escritor, tu leías una crónica y te deleitaba, era como leer una novela, era una pluma muy buena, en esa época había magníficas plumas, Pio V, varios.
“A Seyde le copiaron mucho, era un personaje, era muy bravo para la crítica, te dolía lo que te decía, pero te entusiasmaba cuando te elogiaba”.
Don Jorge Romo comentó que no fue de guardar entrevistas o recortes periodísticos sobre su persona:
“Yo fui muy descuidado con mis cosas, no tengo nada, incluso en el Salón de la Fama de Toluca hay muy pocas fotografías mías”.

Sus años en el fútbol

“Yo debuté en el Asturias, cuadro español, tenía su sede en 16 de septiembre enfrente de lo que era el Cine Olimpia, a unas cuadras del salto del agua.
“Después, en el Marte, donde yo estuve, no nos pagaban, nos daban puros cheques sin fondo, en el banco ya nos conocían, desde que entrabas, se escuchaban las risas.
“Un día el “Loco” Sesma nos llevó dinero al Marte, estábamos todos reunidos cuando llegó un directivo y le pidió a la secretaria unos recibos, ella contestó: “No puedo”, cómo que no puede, que no es usted secretaria; sí señor pero no hay máquina, cómo que no hay máquina; no señor, se la llevó el señor Sesma a empeñar.
“Pero nos decían vamos a hacer una gira a Centroamérica y les vamos a pagar todo para que no estén ustedes reclamando.
“Salimos al aeropuerto, un avión de dos motores, tan chiquito que no tenía puerta donde iba un solo piloto. Nos agarró una tormenta en el Caribe, llegamos a Costa Rica todos mareados y desde ahí yo le agarré miedo a los aviones.
“Jugué en el Necaxa en fuerzas inferiores y entrenábamos en el campo Necaxa que estaba atrás de lo que fue el parque del Seguro Social, agarraba un camión donde estaba un campo del América me iba caminando, pasaba el Panteón Francés y estaba el río y había un puente de madera para pasar el río”.

Un México chiquito

“¡Qué época era el México chiquito!, el México seguro, podías andar sin peligro, México llegaba al Ángel de la Independencia, Anzures eran haciendas y lecheras.
“Cuando yo fui seleccionado, los jugadores de la Selección Nacional, ninguno tenía coche, ninguno. No te alcanzaba para tener un coche, tenías que andar en camión o tranvía, te tenías que pelear con todo el público que te encontrabas en el transporte, pero te movías rápidamente.
“Para mi perder el tiempo es la mejor manera de aprender, de disfrutar. Decíamos vamos a perder el tiempo, no tengo ningún plan, simplemente ver. Iba mucho a la Iglesia de la Profesa, a la famosa casa de dulces Celaya, a la Cantina la Opera.
“Quisiera escribir sobre la historia del fútbol mexicano desde 1900 para acá y empezar así... Amanece 1900, la ciudad está descansando de los festejos, la gente sale para ir a misa a Santo Domingo, otros van a la pastelería del Globo, preparándose para ir a la comida y en la tarde se va celebrar un partido Asturias en el campo tal y que arranque la historia no sólo a través del fútbol, sino de lo que era México, de lo que hacías para ir a un partido”.

Balones cuadrados

“Nos decían que jugábamos con balones cuadrados, pero eran balones de cuero pesadísimos, te llegaba a marcar. Para mí, este balón era sensacional, recuerdo que en un juego en Guadalajara marcan una falta pegadita al área y antes no te permitían -como ahora- estar en el límite de la cancha, tenías que estar atrás. Manuel Camacho, el portero que estaba más loco que una cabra, coloca su defensa y al momento de cobrar la falta, toda la barrera se quita y yo sólo vi que le cayó a la altura de la cara, el entrenador del equipo, Fernando García, entró corriendo a la cancha diciendo: “Cobardes, deben estar expulsados todos”. Todos nos agachamos nos habíamos puesto de acuerdo... y de repente moles…”

20 corre y corre

“Hay una cosa que no ha cambiado, que son 11 jugadores por equipo, los carrileros son los mismos que en mi época, tienes dos plantados en las porterías y 20 corre y corre por todo el campo de juego”, concluyó Jorge Romo.

Publicar un comentario

0 Comentarios