Una dimensión social más fuerte: Blatter

Miércoles 7 de marzo de 2012.– Cada 8 de marzo se celebra en todo el mundo el Día Internacional de la Mujer. Miles de actos se organizan, no sólo en esa fecha tan señalada sino a lo largo de todo el mes de marzo, para conmemorar los logros económicos, políticos y sociales de las mujeres.
“Connecting Girls, Inspiring Futures” (“Unir a las niñas; inspirar su futuro”) es el lema del sitio web internationalwomensday.com para el año 2012, un eslogan que está siendo ampliamente utilizado por cientos de organizaciones; entre ellas escuelas, universidades, gobiernos, asociaciones femeninas y entidades del sector privado.
El Presidente de la FIFA, Joseph Blatter, accedió a hablar con FIFA.com, acerca de la fuerza inspiradora del fútbol femenino, su crecimiento continuo y sus esperanzas de futuro.
El lema del Día Internacional de la Mujer para este año es “unir a las niñas, inspirar su futuro”. ¿Cree usted que la FIFA pone de su parte para el cumplimiento de esa consigna?
Por supuesto que sí. Si hay algo en el mundo que une a la gente de los países y las culturas más dispares, es el fútbol. Ese principio es válido para las mujeres tanto como para los hombres. El año pasado, la Copa Mundial Femenina de la FIFA congregó en Alemania más que nunca a mujeres de todo el planeta en torno al fútbol femenino. Al mismo tiempo, nuestra campaña “Live Your Goals” fue concebida para animar a las mujeres de todas las edades a participar en el deporte rey, con la ayuda de los numerosos y magníficos modelos a imitar que nos ofrecen las jugadoras de hoy.
El deporte en general, y el fútbol en particular, han desempeñado un importante papel en la emancipación de las mujeres desde el principio, y siguen desempeñándolo en la actualidad. En este sentido, el fútbol femenino tiene una dimensión social más fuerte que el masculino; y tanto las futbolistas como las espectadoras entablan una relación diferente con su deporte. Esto no rebaja el fútbol femenino a la categoría de mera competición deportiva; al contrario, lo realza. La FIFA es consciente de este fenómeno y se ha propuesto ayudar a alcanzar las metas sociales del fútbol femenino, como, por ejemplo, la promoción de la igualdad de oportunidades, tanto en el fútbol como en las demás áreas de la vida.
Pero está claro que siempre se puede hacer más, y eso es lo que hace tan apasionante trabajar en el mundo del fútbol: el potencial de este deporte es infinito.
En concreto, ¿qué es lo que la FIFA está haciendo para fomentar el desarrollo del fútbol femenino?
Además de proporcionar un respaldo financiero directo a las asociaciones y confederaciones miembro, la FIFA ofrece un abanico de programas de desarrollo para el fútbol femenino y organiza competiciones futbolísticas para todas sus categorías de edad. De hecho, la estructura de los torneos es la misma para hombres y mujeres en el fútbol juvenil (sub-17, sub-20) y, asimismo, la estructura de los premios anuales al mejor jugador y jugadora, y al mejor entrenador masculino y femenino, es igual. Este año, sin ir más lejos, tenemos programado el Torneo Olímpico de Fútbol Femenino en Londres, la Copa Mundial Femenina Sub-20 en Japón, y la Copa Mundial Sub-17 en Azerbaiyán. La cita de Azerbaiyán es una gran oportunidad para expandir el balompié femenino hasta nuevos horizontes, mientras que la competición de Japón servirá para consolidar la creciente popularidad de la disciplina después del apasionante triunfo de las japonesas el año pasado en Alemania.
Los programas que ofrecemos cubren todas las áreas del desarrollo futbolístico (competiciones, administración, educación y promoción) y están disponibles para todas las asociaciones miembro. Además, las asociaciones miembro se han comprometido a emplear al menos un 15% de la ayuda financiera que reciben de la FIFA en el fútbol femenino. A este respecto, es importante que las asociaciones adopten esa norma y la utilicen para contratar a personal dedicado a la tarea de propulsar el fútbol femenino en su país. Los grandes pasos que algunos países han dado en los últimos años sirven de excelente ejemplo a seguir para otros países.
El año pasado, la Copa Mundial Femenina de la FIFA fue un éxito rotundo en cuanto a asistencia a los estadios y audiencia televisiva, pero también se ha dado un gran salto adelante respecto a la calidad del fútbol. ¿Está de acuerdo con ese análisis, y significa eso que la FIFA avanza en la dirección correcta?
Desde luego. Antes del campeonato, ya habíamos anunciado que la Copa Mundial Femenina de la FIFA Alemania 2011 sería la mejor de todas, y el tiempo nos ha dado la razón. Sobre el césped, las 16 selecciones participantes evidenciaron una amplia mejoría en el nivel de su fútbol, lo cual dio lugar a varios encuentros muy reñidos y al promedio de goles más bajo en la historia de la competición. Debido a ese estrechamiento de las diferencias en cuanto a calidad, tres choques de cuartos de final tuvieron que ir a la prórroga, al igual que la final. Eso hizo que la emoción se intensificase entre los espectadores, como yo mismo presencié en el estadio. Ni siquiera las debutantes en el torneo, como Colombia y Guinea Ecuatorial, mostraron ningún miedo a la hora de enfrentarse a sus más ilustres rivales.
La atención mediática y las cifras de audiencia televisiva también fueron espectaculares. En Alemania, por ejemplo, hubo más teleespectadores para los partidos de la selección femenina alemana en la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2011 que para los de la selección masculina alemana en la Copa Mundial de la FIFA 2010. Antaño, eso habría sido inconcebible.
En la próxima edición de la Copa Mundial Femenina de la FIFA habrá ocho selecciones más; una clara muestra de la evolución de la disciplina. Sin embargo, ¿no es cierto que al fútbol femenino todavía le queda un largo camino por recorrer en el ámbito nacional y de los clubes?
Es esencial que se consolide el fútbol femenino de clubes, porque los clubes proporcionan la base del fútbol. En África, por ejemplo, hay escasez de clubes y de ligas femeninas, lo que repercute en una falta de competiciones; y para mejorar el nivel de tu juego es necesario competir. Por consiguiente, es importante que las asociaciones miembro y las confederaciones empleen la ayuda que les proporcionamos para fomentar los clubes y las ligas. Asimismo, es fundamental que los clubes masculinos se solidaricen con el fútbol femenino apoyando a sus equipos y permitiéndoles compartir sus instalaciones, servicios y personal técnico; al igual que hacen clubes europeos como el Lyon, el Arsenal y el Wolfsburgo. Por otra parte, algunos de los mejores clubes de Europa son exclusivamente femeninos.
En su opinión, ¿cuáles serían las claves para garantizar que el fútbol femenino deje de ser una modalidad amateur y pueda dar el salto al profesionalismo?
Como he dicho antes, creo que el primer paso estriba en conseguir que el fútbol femenino de clubes arraigue por todo el mundo, antes de plantearse el salto del amateurismo al profesionalismo. Por otra parte, ya hay una liga profesional en Estados Unidos, aunque se ha suspendido para 2012; y tanto Inglaterra como otras asociaciones nacionales cuentan con una liga semiprofesional. Por tanto, es evidente que el profesionalismo constituye una meta realista en algunos países. Al mismo tiempo, es importante que los países más avanzados compartan sus experiencias con los demás países en acontecimientos como el Simposio de Fútbol Femenino.
A este respecto, vuelvo a animar a los clubes masculinos para que se impliquen más. Por ejemplo, algunos clubes contratan a jugadoras en su plantilla, lo que les permite ganarse la vida y concentrarse en jugar al mismo tiempo. Además, creo firmemente que el fútbol femenino tiene la capacidad de atraer patrocinadores y, con el tiempo, valerse por sí solo: basta con fijarse en el éxito comercial de la Copa Mundial Femenina en Alemania, que reportó al COL unos beneficios brutos de 10 millones de euros.
Todavía hay muchas chicas que tienen que escuchar comentarios negativos relacionados con su práctica del fútbol. ¿Qué mensaje les mandaría a esas chicas y a los que realizan semejantes comentarios?
Mi mensaje para esas chicas es que sigan jugando, que forman parte de una gloriosa historia del fútbol femenino que se remonta a cien años; y que la FIFA está aquí para apoyarlas y para ayudarlas a alcanzar sus metas. La gente que hace ese tipo de comentarios debe recordar que el fútbol femenino no es ninguna novedad y que ya prosperó en países como Inglaterra en la década de 1920, con partidos que se jugaban ante más de 20.000 espectadores. Durante la Primera Guerra Mundial, los equipos femeninos disputaban encuentros con el fin de recaudar dinero para los soldados heridos. Por tanto, es importante que los críticos muestren un mayor respeto y comprensión hacia los logros del fútbol femenino dentro y fuera del campo. Todos los hombres, como padres, maridos y hermanos, deberíamos esforzarnos más en corresponder a las mujeres por la solidaridad que nos brindaron en el pasado.
Existe un deseo común por incrementar la cantidad de mujeres que ocupen puestos relevantes en el fútbol, como en toda institución importante. ¿Modificará la FIFA sus estatutos para abogar por una discriminación positiva?
Creo que ya dejé clara mi postura en el Congreso de la FIFA de 2011, cuando pregunté a las asociaciones miembro si estarían de acuerdo en que se incluyese una disposición en los estatutos para que en el futuro se nombrase a una mujer como miembro del Comité Ejecutivo. Y me alegra poder decir que la iniciativa fue aplaudida por el Congreso. Este es uno de los muchos asuntos que están estudiando nuestras comisiones de reforma y, de momento, es importante dejar que los grupos de trabajo continúen con su labor, y dejar que nuestro proceso de reformas siga su curso.

*Con información de la FEMEXFUT

Publicar un comentario

0 Comentarios