Los papúes, contra todo pronóstico

Viernes 18 de mayo de 2012.– Por más que Papúa Nueva Guinea sea la nación más grande y poblada de la Oceanía futbolística, su selección afronta un reto mayúsculo si pretende causar sensación en la fase de clasificación oceánica para la Copa Mundial de la FIFA™ del próximo mes. Desde 2007, el equipo solamente ha jugado tres partidos, aunque su regreso a la escena internacional con Frank Farina como seleccionador parece anunciar momentos más brillantes en lo sucesivo.
La segunda ronda de la fase de clasificación oceánica para Brasil 2014, que comienza el 1 de junio, podría llegarle demasiado pronto a los papúes. El combinado de Farina tiene un aspecto eminentemente juvenil, y sus jugadores de más edad tampoco gozan de una experiencia demasiado significativa ni en el fútbol de clubes ni como internacionales. Los complicados rivales que les tocaron a los Kapuls no hacen sino acrecentar la dificultad de una misión ya de por sí descomunal. Papúa Nueva Guinea está encuadrada en el Grupo B junto a los reyes de la región, Nueva Zelanda, la anfitriona del torneo, Islas Salomón, y una eterna potencia del Pacífico como Fiyi.
En el otro grupo figuran tres formaciones de habla francesa, Nueva Caledonia, Tahití y Vanuatu, más la selección que superó la primera ronda, Samoa. Los cuatro semifinalistas de esta Copa de Naciones de la OFC (que también hace las veces de segunda ronda de clasificación mundialista) pasarán a la tercera y última ronda de la fase de clasificación, que comenzará en septiembre. Al ganador de la Copa de Naciones de la OFC, entretanto, le espera un puesto en la Copa FIFA Confederaciones Brasil 2013.

“Muy apropiado”

El fútbol en Papúa Nueva Guinea está cobrando impulso por fin, después de años de relativa inactividad en el ámbito internacional. Al frente de ese arrebato ha estado el Hekari United, el club de Port Moresby que dio un salto de calidad increíble para proclamarse campeón de la O-League de la OFC 2010, antes de competir en la Copa Mundial de Clubes de la FIFA ese mismo año.
Las autoridades futbolísticas de la nación, pensando en un mayor crecimiento internacional, dejaron claras sus intenciones el año pasado con el nombramiento como seleccionador de Frank Farina, que sabe lo que es dirigir a la selección australiana. Aparte de por la amplia y exitosa trayectoria de Farina con los Socceroos, esa decisión se antoja especialmente acertada porque, cuando era niño, el ex delantero de Club Brujas, Bari y Lille vivió 10 años en la capital, Port Moresby.
“Comprendo la cultura y a la gente de aquí, así que no era como empezar en frío”, declaró Farina a FIFA.com. Además de sus seis años al frente de Australia durante dos campañas de clasificación mundialista, Farina también goza de una amplia experiencia en Oceanía. Por tanto, no es de extrañar que el técnico de 47 años describa su cargo como “muy apropiado”.
A diferencia de la mayoría de países de Oceanía, Papúa Nueva Guinea es una nación montañosa, donde la mayor parte de la población reside fuera de Port Moresby. De hecho, muchos jugadores tienen que tomar un avión para llegar a la capital desde Lae y otros núcleos regionales, lo que hace que la preparación resulte cara y un reto logístico importante. Como aspecto positivo, Farina valora que la mayoría de su plantilla milite en la liga nacional. Actualmente, sólo el centrocampista Mauri Wasi, que sigue jugando en Nueva Zelanda tras su paso por el Waikato FC, y el capitán de la selección, David Muta (en Australia), están afincados en el extranjero.

En busca del éxito

Hace poco, la formación papú se concentró durante una quincena en Lae, y eso permitió a Farina perfilar su convocatoria definitiva, que incluye a una media docena de jugadores que disputaron en marzo el preolímpico de Londres 2012. Sin embargo, el equipo podría acusar su inexperiencia cuando tenga que nadar junto a los peces gordos del Pacífico. “Hay una falta de contacto con el fútbol al máximo nivel”, admitió Farina. “Es algo que frena el progreso de muchos países, y en particular el de Papúa Nueva Guinea. En cualquier caso, el Presidente (de la asociación nacional) tiene muchas ganas de mejorar esa situación, así que esperemos poder lograrlo”.
Durante la última década, Papúa Nueva Guinea ha promediado poco más de un partido internacional por año. Y aunque obtuviese resultados meritorios en los Juegos del Pacífico del año pasado, incluido un empate contra Tahití, Farina no se hace ilusiones sobre la misión que le aguarda.
“Somos indiscutiblemente el equipo más débil”, señaló. “Lo lógico es que Nueva Zelanda quedase primera de grupo, y luego está la lucha entre las otras tres selecciones por el segundo puesto. (El grupo tiene a) la mejor selección de la región, Nueva Zelanda; luego Fiyi es la segunda o la tercera, y los salomonenses también están ahí arriba. Un país como Papúa Nueva Guinea está creciendo y ha mejorado, pero tenemos que ser realistas. Nuestro objetivo ha de ser intentar quedar entre los dos primeros junto a Nueva Zelanda”.
La mitad de la plantilla convocada para la fase de clasificación para Brasil 2014 defiende los colores del grande papú, el Hekari, y alrededor de ocho de ellos estuvieron presentes en la Copa Mundial de Clubes de la FIFA 2010. “El Hekari es el equipo más laureado y profesionalizado de la competición”, destacó Farina. “Su contacto con el fútbol internacional de clubes a través de la O-League ha sido muy útil para desarrollar a esos jugadores y prepararlos para el fútbol de selecciones”.
“En el fútbol no se progresa a pasos agigantados. Te gustaría creer que el progreso se producirá de la noche a la mañana, aunque eso sí, la mejoría en los dos últimos años ha sido espectacular; sobre todo teniendo en cuenta que, antes de mi llegada, el equipo llevaba muchos años sin jugar partidos internacionales”, aseveró.
“Ahora, los jugadores están tomando contacto con un nivel diferente. Tenemos que ser pacientes, y ya obtendremos los frutos dentro de dos, tres o cuatro años. En 2015, los Juegos del Pacífico se celebrarán en Papúa Nueva Guinea, así que, siendo realistas, creo que es un objetivo realmente bueno para marcarse”, concluyó Farina.

*Con información de la FIFA

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