Lunes 11 de junio de 2012.– A finales de la década de 1950, a las fiestas del elegante bar Chicote de Madrid no se invitaba a cualquiera, y mucho menos a las celebradas en su magnífica bodega, que en aquella época ya era famosa por albergar más de 10.000 bebidas distintas. Pero Alfredo Di Stéfano, que aparece en la imagen disfrutando de un trago con solera, no era cualquiera.
La fiesta se organizó para celebrar la conquista de la Copa de Europa 1958/59 por parte del Real Madrid, en la que el infatigable argentino había desempeñado un papel protagonista. De hecho, Di Stéfano marcó cuatro goles en la abultada victoria de los suyos por 7-1 ante el Wiener Sport-Club en cuartos de final. En semifinales, volvió a ver puerta en el triunfo por 2-1 contra el Atlético de Madrid, y en la final también dejó su huella con un soberbio cañonazo frente al Reims (2-0).
El club francés, que en su apogeo durante la década de 1950 tuvo en sus filas a figuras de la talla de Roger Marche, Robert Jonquet, Roger Piantoni, Raymond Kopa y Just Fontaine, ya había perdido la final de 1956 por 4-3 a manos del Real Madrid de Di Stéfano. Posteriormente, la entidad cayó en desgracia y desapareció, aunque años después resurgió como Stade de Reims Champagne.
No obstante, el único francés que bebió champán aquel día en el bar Chicote de Madrid fue Kopa, que había cambiado de club en 1956. Tanto él, como el resto del conjunto merengue, debían gran parte de ese éxito a su emblemático dorsal número 9, que entonces estaba a punto de cumplir 33 años.
*Con información de la FIFA
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