Sábado 21 de julio de 2012.– Con diez títulos de liga, seis Copas de Bélgica y una brillante trayectoria en Europa, el Royal Standard es toda una institución en su país. El equipo, que se ha labrado un historial tan brillante como tumultuoso, está estrechamente ligado al contexto socioeconómico de Lieja, una ciudad totalmente volcada con su máximo exponente deportivo. El club más popular del reino recuperó su lugar en la cumbre hace diez años, y desde entonces vuelve a pugnar por los laureles con sus eternos rivales, el Anderlecht y el Brujas.
Nacimiento del club
Fundada por los estudiantes del colegio Saint-Servais en 1898, la entidad adoptó desde el principio el nombre de Standard. Una vez inscritos en la Asociación Belga de Fútbol, conocida en aquella época como Union Belge des Sociétés de Sports Athlétiques, los rojiblancos se instalaron en el velódromo de la Boverie, junto al Mosa. Sin abandonar la orilla del río, en 1909 se trasladaron a la pradera de Sclessin, y ese mismo año se colocaron entre la élite del país. Los Rouches descendieron de categoría en 1914 y pasaron siete años en segunda, hasta 1921. Desde entonces, el conjunto no ha abandonado nunca la primera división.
El primer título, la Copa de Bélgica, se hizo esperar, en concreto hasta 1954. Así comenzó el idilio entre la ciudad ardiente y la competición con más solera del país (15 finales). Cuatro años después, llegó el primer campeonato nacional. Con el capitán Jean Mathonet y el longevo Secretario General Jean Petit (1945-1984) al timón, los Standardmen se llevaron el gato al agua en 1958. Hasta 1971, el equipo sumó cuatro coronas ligueras y dos Copas de Bélgica más. Jean Thissen, Roger Claessen y el legendario guardameta Jean Nicolay escribieron las primeras páginas del libro de oro de la entidad.
La forja de una leyenda
El ariete Roger Claessen, célebre por sus parrandas nocturnas, simboliza el espíritu popular y apasionado del principado y de su adorado club. Máximo goleador de la Recopa de Europa en 1967, Roger la honte [Roger la vergüenza] (apodado así a causa de su conducta) doblegó a los húngaros del Vasas Györ con una clavícula rota, y de esta manera tan heroica otorgó a los suyos el pase a semifinales, que acabaron perdiendo a manos del Bayern de Múnich. Tres años más tarde, Milan Galic, Wilfried Van Moer y Christian Piot se impusieron en octavos de final al Real Madrid, toda una gesta que tardaría casi 15 años en repetirse.
En 1981, y después de una década de sequía, el entrenador austriaco Ernst Happel añadió a las vitrinas la cuarta Copa de Bélgica. Sin embargo, el equipo vivió su mejor momento en la escena continental bajo la batuta de Raymond Goethals, alias la Science [la ciencia]. En mayo de 1982, tras haber conquistado su séptimo título de liga, el capitán Eric Gerets y el arquero Michel Preud’homme fallaron en la final de la Recopa de Europa frente al Barcelona (2-1), después de haberse adelantado en el marcador por medio de Guy Vandersmissen. En 1984, con otros dos campeonatos nacionales consecutivos en su palmarés, la entidad se vio inmersa en un turbio asunto relacionado con un partido amañado. Volver a enderezar el rumbo le costó casi nueve años.
El 6 de junio de 1993, en un estadio Constant Vandenstock al rojo vivo y bajo un sol de justicia, el Standard de Philippe Léonard, André Cruz y Roberto Bisconti salió victorioso del derbi de Valonia frente al Charleroi en la final de la Copa de Bélgica. Finalista en 1996 de la ya extinta Copa Intertoto, el Standard fue adquirido en 1998 por Luciano D’Onofrio. Ocho años más tarde, debutó en la fase de grupos de la Liga de Campeones de la UEFA. La generación de oro de Steven Defour, Axel Witsel y Milan Jovanovic (Bota de Oro belga en 2008 y 2009 respectivamente) devolvió a la formación a lo más alto: dos ligas consecutivas y triunfos sonados en la Liga Europa contra el Everton, el Sevilla y el Sampdoria.
En la actualidad
En 2011, Roland Duchâtelet adquirió el club, que emprendió así una nueva etapa tras una nueva victoria en la Copa de Bélgica y un segundo puesto en la liga, por detrás del Genk. En 2011/2012, los Standardmen quedaron eliminados de la Liga Europa en octavos de final y pincharon en la Jupiler League (5ª posición). Para intentar superar con éxito la transición, la directiva se hizo en 2012 con los servicios del holandés Ron Jans.
El estadio
Al estadio Maurice Dufrasne, bautizado así en honor al quinto presidente de la entidad, se le conoce como "el infierno de Sclessin". Se construyó en 1909 a orillas del río Mosa, y se renovó en 1925 y 1940. El feudo del Matricule 16 [Licencia 16] (otro sobrenombre del club), se sometió a su última transformación en 1999, con motivo de la Eurocopa 2000. El césped cuenta con un sistema de calefacción desde 2006. En breve, el exiguo Sclessin (con 30.143 asientos) será modernizado y ampliado.
*Con información de la FIFA
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