Jueves 30 de agosto de 2012.– La República de las Maldivas es el país más pequeño de Asia en superficie y en población y, con su media de menos de 1,5 metros sobre el nivel del mar, es también el más bajo del mundo. Sin embargo, la celebración en las diversas islas fue grandiosa cuando su selección nacional se impuso a la India, todo un gigante en comparación, para ganar el Campeonato de la Federación de Fútbol del Sur de Asia (SAFF) en 2008. La euforia fue tal que el entonces presidente de la nación declaró el día 15 de julio fiesta nacional.
Era el primer trofeo que las Maldivas ganaban en toda su historia, pero sus progresos no se detuvieron ahí. La selección volvió a alcanzar la final del Campeonato de la SAFF en 2009, aunque perdió contra la India en los penales. A principios de este año se clasificó para su primera Copa Challenge de la AFC, de donde se despidió al final de la primera fase, después de haber quedado tercera entre los cuatro equipos que componían el Grupo A, por detrás de Turkmenistán y Palestina.
La actual ascensión por la Clasificación Mundial FIFA/Coca-Cola premia merecidamente los éxitos recientes de las Maldivas. En junio, la nación ocupaba el puesto 165º de la tabla. Al mes siguiente subió una posición y, en la última edición de la clasificación, figura ya en el escalón número 162. Si bien sigue muy alejada de su mejor registro, el 126º de julio de 2006, el combinado de Maldivas ha alcanzado la posición más alta desde la 160ª que ocupó hace 13 meses.
La escalada por la Clasificación Mundial FIFA/Coca-Cola ha supuesto un estímulo muy oportuno para las Maldivas, que llegaron a la Copa Nehru, ahora en juego, con el objetivo de causar sensación. A las órdenes del húngaro Istvan Urbanyi, que retomó las riendas de la selección nacional el pasado octubre, los maldivos empezaron su campaña a lo grande, con una victoria por 2-1 sobre Nepal el pasado jueves. Aunque dos días después, encajaron tres goles sin poder dar réplica contra la anfitriona, la India, el lunes se sacudieron el polvo para imponerse a Siria (2-1).
"Nuestros jugadores se han dejado la piel", comentó Urbanyi tras la última victoria. "Contamos con muchos jugadores nuevos, por eso me satisface tanto que hayamos ganado con un equipo totalmente remodelado. Acabamos de pasar el Ramadán y los jugadores estaban ocupados con sus clubes, de manera que el tono físico no era la ideal. Sin embargo, superamos las dificultades y nos adjudicamos la victoria".
El Hombre de Acero lleva la carga
A la cabeza de este equipo en transición figura el capitán Ali Ashfaq, el artillero del New Radiant a quien la afición llama cariñosamente “Dhagandey” (Hombre de acero). Desde que irrumpió en la selección en 2004, el futbolista de 26 años ha embelesado al público con sus regates y su olfato de gol.
Ashfaq, muy regular y prolífico en el fútbol de clubes, resultó decisivo en la campaña triunfal de las Maldivas en el Campeonato de la SAFF de hace cuatro años. Aunque no vio puerta, estuvo soberbio en toda la competición, dio el pase del gol de la victoria contra Sri Lanka en semifinales y sirvió a Mukhthar Naseer el balón del único tanto de la final.
Ashfaq no ha decepcionado tampoco en la Copa Nehru hasta el momento. Participó en las jugadas de los dos tantos contra Nepal en el primer encuentro y, a continuación, marcó un gol y creó otro en la derrota de Siria.
Puede que Ashfaq haya impresionado a quienes lo conozcan poco, pero Urbanyi está convencido de que todavía no hemos visto su mejor versión.
"Ashfaq es nuestro hombre decisivo, aunque lógicamente no se encuentra en su mejor momento", afirmó el seleccionador. "Si hubiera estado a tope, habría marcado al menos dos o tres goles más”.
*Con información de la FIFA



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