Viernes 9 de marzo de 2012.– Tras once años como futbolista profesional, a Mike Hanke le sigue gustando cortar el bacalao. Sin embargo, este joven que un día tuvo fama de egoísta, que hasta la fecha ha sido internacional con Alemania en doce ocasiones (la última en noviembre de 2007) y que ganó con su selección la medalla de bronce de la Copa Mundial de la FIFA 2006, prefiere hacerlo ahora en su propia cocina, en vez de sobre el césped.
“Cocinar me permite desconectar y relajarme. Tras un intenso día de entrenamiento me gusta ir a hacer la compra y meterme por la tarde en la cocina a cocinar para mi mujer y nuestros dos hijos. Y prefiero hacerlo sin receta, guiándome por la intuición”, revela este apasionado de la cocina en una entrevista en exclusiva para FIFA.com.
Maduro como el buen vino
Sobre el campo, Hanke ha experimentado una increíble transformación desde que cambió el Hanóver 96 por el Borussia Mönchengladbach en enero de 2011. A sus 28 años, el delantero muestra una gran madurez y, sobre todo, ofrece un rendimiento bastante más alto que cuando vestía los colores del Hanóver.
Esto ha contribuido a que el Borussia, gracias también a los seis goles y cuatro asistencias de Hanke, se haya convertido no solo en el equipo revelación de la actual temporada de la Bundesliga, sino también en el principal perseguidor de Borussia Dortmund y Bayern de Múnich, los dos equipos que comandan la clasificación. Por si fuera poco, los de Mönchengladbach se han metido en las semifinales de la Copa alemana por primera vez en ocho años.
El que fue tachado un día de delantero egoísta y caprichoso se ha convertido en un excelente jugador de equipo, para quien los goles ya no representan el ingrediente principal. “Ya no salgo a los partidos a marcar un gol como sea. El éxito del equipo es mucho más importante. Ahora sólo pienso en el conjunto y trabajo mucho en labores defensivas. Me da igual tirar solo una vez a puerta en un partido, lo importante es ganar”, asegura el jugador.
Cuando pasaba tres o cuatro partidos sin marcar, me impacientaba y me metía presión, lo cual resultaba contraproducente.
Mike Hanke, sobre sus antiguas ansias de anotar gol.
Esta actitud habría sido impensable hace unos años. Durante sus etapas en el Schalke 04, en el Wolfsburgo y, finalmente, en el Hanóver 96, Hanke tuvo que soportar muchas críticas. El ariete reconoce ahora que eran justificadas.
“Sólo me preocupaba marcar goles. Cuando pasaba tres o cuatro partidos sin marcar, me impacientaba y me metía presión, lo cual resultaba contraproducente. Ahora soy más maduro y he cambiado mucho. Además, hice algunas declaraciones desafortunadas en los medios de comunicación. Eso era poco profesional”, reconoce el simpático ariete en un ejemplo de autocrítica.
Favre y su buen gusto
Desde que llegó al Gladbach, todo marcha mucho mejor para el ex internacional alemán. Mucha culpa de esta transformación la tiene su entrenador, Lucien Favre. El técnico suizo ha sabido reconocer el potencial de Hanke, estimularlo y sacarlo a la luz.
“Lo primero es que he vuelto a tener continuidad. Además, el entrenador ha sabido sacar de mí virtudes que ni yo sabía que tenía. Antes era exclusivamente un jugador de área, mientras que ahora arranco más desde el mediocampo”, explica el atacante a FIFA.com.
La metamorfosis que ha experimentado Mike Hanke se evidencia también al sacar a colación una estadística poco honrosa que este padre de dos hijos se toma con total naturalidad. El delantero ha sido cambiado ya en un total de 17 ocasiones esta temporada, lo que le convierte en el jugador más sustituido de la competición liguera. Sin embargo, Hanke lo acepta con tranquilidad y buen humor.
“Corro en setenta u ochenta minutos lo mismo que otros jugadores en noventa. Cuando me empleo al máximo durante tanto tiempo, es totalmente lógico que me cambien por un jugador más fresco. A veces soy yo mismo el que avisa al banquillo cuando veo que ya no puedo más”.
Hanke y el Borussia vuelan alto
En cualquier caso, su rendimiento no se ve afectado por no jugar los noventa minutos. Hanke está haciendo su mejor temporada en los últimos cuatro años y el Borussia no iba tan bien desde la campaña 1995/96, en la que los Potros acabaron cuartos.
“Hemos conseguido aprovechar el impulso de la temporada pasada. Lograr la permanencia supuso una euforia positiva que ha dado alas al conjunto del club, a la afición y a la plantilla. Hemos seguido mejorando y hemos ganado solidez en defensa y creatividad en ataque. Además, hemos desarrollado reacciones mecánicas que sobre el campo funcionan casi a la perfección”, explica Hanke en cuanto a la receta del éxito del pentacampeón alemán.
El regreso a la selección, un sueño posible
El seleccionador Joachim Loew ha tomado nota de las buenas actuaciones de Hanke y recientemente elogió al delantero en una entrevista para el Welt online por “los progresos que ha hecho”. Loew es consciente de que el ariete ha sido siempre un jugador positivo y ambicioso que no se rinde ante las adversidades. “Con su trabajo se ha ganado volver a estar en el centro de la atención”, aseguró.
Sin embargo, el buen papel que está haciendo Hanke no le ha bastado por ahora para volver a entrar en la lista del seleccionador, aunque el artillero todavía no renuncia a esa posibilidad.
“Por supuesto, sigue siendo un sueño jugar en la selección. La llamada del seleccionador me llenaría de orgullo y supondría una gran alegría. De todas formas, no pierdo el sueño pensando si voy a volver o no. No quiero hacerme ilusiones, porque después la decepción sería mayor si no me llaman. Me limito a intentar mejorar con mi club, y si al final mi trabajo se ve recompensado con la Eurocopa, pues mucho mejor”.
Finaliza la entrevista y nos despedimos del delantero. Cuando ya camina en dirección a su coche, le gritamos una última pregunta: “¿Cuál es el menú para esta noche?”. Hanke se gira, sonríe con picardía y responde: “Esta noche ceno fuera”. ¡Buen provecho de parte de FIFA.com!
*Con información de la FIFA
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