México, DF, jueves 1 de mayo de 2014.– Los principales clubes de Europa le tendían los brazos. Pero en 2007, después de tres temporadas prometedoras en el Gante, el defensa belga Nicolas Lombaerts sorprendió a todo el mundo decidiendo, a sus 22 años, probar la aventura en el Zenit de San Petersburgo. Un exilio ruso que, sin embargo, se antoja lógico conociendo la discreción y la humildad de nuestro protagonista. Y es evidente que la decisión fue acertada, ya que, siete años después, sigue en las filas de los Bomzhis y ocupa el liderato en la liga.
“Cuando fiché, no pensaba jugar tanto tiempo en Rusia. Pero me he sentido feliz aquí desde el momento en que dejé las maletas. La ciudad es magnífica, la gente es muy amable y toda la ciudad apoya al Zenit”, contó Lombaerts a FIFA.com. “Cada año disputamos el título en la liga y estamos inmersos en competiciones europeas… Si estás feliz en algún sitio, ¿por qué marcharte? Tal vez lo lamentaría algún día. Actualmente, el Zenit es mi club, y lo seguirá siendo toda mi vida. En cuanto a sus seguidores, tendrán un hueco en mi corazón para siempre”.
Derecho a soñar
Ese inmenso respeto es recíproco. Lombaerts, elegido mejor jugador extranjero de la liga en 2012, es uno de los preferidos de la afición del estadio Petrovski. Sus 8 títulos cosechados con los colores azul y blanco, y su condición de segundo capitán del equipo, han contribuido a ello. Paradójicamente, aunque es una estrella en un país de más de 140 millones de habitantes, está un poco infravalorado en su tierra, en Bélgica, una nación que apenas supera los 10 millones de habitantes. Al menos, así es como lo percibe él…
“A veces me siento un poco subestimado en Bélgica. Globalmente, la gente se piensa que el nivel de la liga rusa no es alto. Pero nunca han visto partidos del Zenit…”, confesó Lombaerts. “Asimismo, tengo la sensación de que eso juega en mi contra con los Diablos Rojos”, prosiguió el zaguero, que solamente ha participado en 2 partidos en la fase de clasificación para la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014™. “De todos modos, lo que me importa es que mis seres queridos estén orgullosos de lo que hago”, quiso puntualizar.
Lombaerts, sólido en el uno contra uno, intratable por alto y dotado de una serenidad a prueba de bomba, hace todo lo posible para eso. Esa ejemplaridad, incluso, va más allá de los terrenos de juego, ya que el defensa continúa sus estudios de Derecho en paralelo a su carrera de futbolista “De pequeño soñaba con llegar a ser futbolista profesional, pero nunca pensé que tenía talento para conseguirlo. Por tanto, concedí prioridad primero a los estudios, hasta el día en que me di cuenta de que podía ganarme la vida con el fútbol”, explicó.
“Estoy contento de haber prolongado mis estudios”, continuó. “Hay otras cosas en la vida además del fútbol, y nunca se sabe lo que puede pasar en una carrera deportiva. No estoy convencido de que eso me haya ayudado mucho sobre el campo. Tal vez me aporte un poco en la lectura del juego, que es importante para un defensa central”. Una posición que ocupa en el Zenit, pero que no tiene garantizada en la selección belga…
Citas imperdibles
Y es que, con Vincent Kompany, Jan Vertonghen, Thomas Vermaelen, Daniel Van Buyten o Laurent Ciman, entre otros, la competencia en su puesto es tremenda en el equipo nacional. Pero el polivalente Lombaerts está dispuesto a cualquier sacrificio: “Prefiero jugar en el centro, pero si me necesitan en la banda, lo haría con mucho gusto. Si juego, estoy contento… ¡incluso de delantero centro!”, bromeó, sin disimular sus ambiciones mundialistas: “Es una experiencia extraordinaria en una carrera. La oportunidad de jugarlo sólo se presenta cada cuatro años. Ya me perdí los Juegos Olímpicos por culpa de una lesión, así que quiero participar en este Mundial a toda costa”.
Máxime teniendo en cuenta que se perfila en el horizonte una cita muy especial para Lombaerts… El 22 de junio, en Maracaná, ‘su’ Bélgica se va a enfrentar a ‘su’ Rusia, en un choque correspondiente al Grupo H: “Lógicamente, será un partido especial para mí. Si hay un encuentro en el que deseo participar de verdad es en ése. Los jugadores del Zenit forman la columna vertebral de la selección rusa. ¡Me parece normal querer jugar contra tus compañeros! En todo caso, espero ganar ese partido; de lo contrario, se estarán cachondeando de mí todo el año”, concluyó. Si lo consigue, Lombaerts habría alcanzado su zenit…
Con información de FIFA.COM
0 Comentarios